Un celador de Alicante alega que salió a buscar al moribundo y no lo halló El enfermo sufrió el ataque a 25 metros del Hospital General

Los dos celadores del Hospital General de Alicante denunciados por supuesta denegación de auxilio a un enfermo moribundo en las inmediaciones del centro, rechazan la acusación y mantienen que al menos uno salió en su busca y no lo encontró.La denunciante, Rosa Jiménez, esposa de José Antonio de Juan, de 39 años, mantiene que ninguno quiso socorrer a su marido. La víctima, que sufrió un ataque de asfixia, falleció una hora después de los hechos. La Consejería de Sanidad ha abierto una investigación.

Los dos empleados denunciados, cuya indentidad no ha trascendido, son afiliados del Sindicato Independiente (SI). Daniel García, responsable del área de Sanidad de este sindicato, se encargó ayer de transmitir la versión de los celadores. Un relato bien diferente del ofrecido por la denunciante y que arranca a las 0.24 del 26 de abril, a 25 metros del servicio de urgencias. Según García, los celadores aseguran que sobre esa hora llegó al servicio de urgencias una mujer solicitando un médico para atender a su marido, que se encontraba en las cercanías víctima de un ataque de asfixia. "Uno de los celadores acompañó a la mujer hasta el lugar, pero allí no había nadie", dice García. "Entonces, optaron por volver a urgencias para avisar a una ambulancia, pero antes de llegar, la mujer desapareció", añade. Los celadores, siempre según la versión del dirigente sindical, sostienen que unos diez minutos más tarde les alertaron de la llegada de un enfermo que transportaban en brazos dos hombres. "Uno de los celadores salió a su encuentro con una silla y condujo al enfermo al servicio de urgencias, pero al hombre no lo acompañaba ninguna mujer", relata García. "El paciente fue atendido sin la presencia de ningún familiar, y posteriormente falleció". "Por tanto", prosigue, "en ningún caso se puede acusar a estos celadores, con un dilatado e intachable historial profesional, de denegación de auxilio". El sindicato asegura que dispone de pruebas y testigos.

La esposa de la víctima se reafirmó ayer en su versión. "Ningún celador me acompañó a donde estaba mi marido", dijo, aunque después matizó: "Bueno, sí, uno de ellos se asomó un poco a la puerta, pero me dijo que tenían prohibido abandonar el servicio", recalcó. "A mi marido lo llevamos finalmente al hospital entre el conductor de un vehículo que paró y yo", reiteró. El SI niega que exista norma alguna que prohíba a los celadores socorrer a enfermos en la cercanías del hospital. "Al contrario, es una práctica habitual", dijo. El sindicalista cuestionó que la mujer decidiera llevar a su esposo a pie desde su domicilio hasta el hospital, distante unos 300 metros. "Lo normal hubiera sido llamar a una ambulancia", dijo. El fallecido fue operado el pasado verano de un cáncer de laringe.

Por su parte, la Consejería de Sanidad ha abierto un expediente informativo para determinar si los celadores incurrieron en alguna falta disciplinaria o un delito al no prestar asistencia al enfermo. La Asociación de Víctimas por Negligencias Médicas de Alicante ha solicitado la realización de la autopsia del fallecido para determinar si pudo haber salvado la vida de haber sido atendido cuando lo requirió la esposa.