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LA CRISIS DE LA DIVISA EUROPEA

Visto bueno de Bruselas a que Grecia entre en la moneda única

La Comisión Europea recomendó ayer la entrada de Grecia en la Unión Monetaria a partir del 1 de enero de 2001. El Banco Central Europeo (BCE) también dio su visto bueno a su adhesión al euro. La decisión final que convertirá a Grecia en el duodécimo país que integre el euro tendrá que tomarla el Ecofin, previa consulta con el Parlamento Europeo y después de que los jefes de Estado y de Gobierno lo debatan en el Consejo Europeo de Oporto, a finales de junio. En cuanto a Suecia, según Bruselas este país no cumple los requisitos para integrase en el euro.El informe de la Comisión Europea se centra en analizar el estado de la convergencia en Grecia y Suecia para su integración en la moneda única. El Reino Unido y Dinamarca no están incluidos en el informe por su negativa a participar en la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM). En paralelo, el BCE también presentó ayer su propio informe sobre la situación de los dos países candidatos al euro.

Los cinco criterios

Tanto la Comisión como el BCE reconocen los esfuerzos realizados por Atenas. Grecia cumple con los cinco criterios recogidos en el Tratado para ser miembro de la moneda única -estabilidad de precios, situación de las finanzas públicas, estabilidad del tipo de cambio y tipos de interés a largo plazo- "para alcanzar una situación de convergencia económica sostenible".

El Bundesbank juzgó hace unos días prematura la incorporación de Grecia a la moneda única en un momento en el que el euro necesita el apoyo de los mercados para no perder terreno frente a su principal rival, el dólar norteamericano. El comisario europeo responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, aseguró en su intervención ante el Parlamento Europeo (PE) que no hay ninguna razón para inquietarse, "Grecia se suma al euro exactamente en las mismas condiciones que los otros".

La inflación media griega durante el último año se situó en marzo en el límite del 2%. El déficit público se ha reducido del 10,2% del PIB en 1995 al 1,6% en 1999, por debajo del 3% que exige el Tratado, y se prevé que se lleve hasta el 0,2% en 2001 y que un año más tarde haya superávit del 0,2%. La deuda se estabilizó en el 104,4% del PIB en 1999. Grecia también cumple el criterio de estabilidad en el tipo de cambio y se sumará a la moneda única con una tasa de 340,75 dracmas por euro.

En Suecia, los problemas vienen de la estabilidad del tipo de cambio de la corona y en materia de legislación bancaria, que no es compatible.

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