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“Hechos probados” de la sentencia contra Rubiales: “Sujetó la cabeza de la jugadora y sin consentimiento le propinó un beso”

La Audiencia Nacional, que ha condenado a multa al expresidente de la federación de fútbol, respalda el relato de Jennifer Hermoso y sus compañeras de vestuario

Rubiales
Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, en la Audiencia Nacional este febrero.Violeta Santos Moura (REUTERS)

La Audiencia Nacional ha condenado este jueves a Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), al pago de 18 meses de multa (10.800 euros) por un delito de agresión sexual por el beso que propinó a la jugadora Jennifer Hermoso tras la final del Mundial de 2023. La sentencia del magistrado José Manuel Clemente Fernández-Prieto, responsable del Juzgado Central de lo Penal, respalda de forma clara el relato de la deportista (a la que atribuye “plena credibilidad”) y de sus compañeras de vestuario; pese a que absuelve del delito de coacciones porque, según considera, las maniobras urdidas en el seno del organismo para que la futbolista justificara en público al mandatario no implicaron suficiente “violencia” o “intimidación” como para ser castigadas por el Código Penal.

Estos son algunos “hechos probados” del fallo, que desmontan la versión de Rubiales, según las palabras escritas por el propio juez de la Audiencia Nacional. El fallo también ha absuelto del delito de coacciones a los otros tres juzgados: Albert Luque, exdirector de la selección masculina; Jorge Vilda, exentrenador de la selección femenina; y Rubén Rivera, exresponsable de marketing de la RFEF.

El beso “sin consentimiento”. “Ha quedado debidamente probado y así se declara que el día 20 de agosto de 2023, en Sídney, Estado de Nueva Gales del Sur, Australia, con ocasión de la entrega de medallas a las jugadoras de la selección española femenina de fútbol tras su victoria en la final del Mundial, y en el momento en que la jugadora Jennifer Hermoso recibía el saludo protocolario y la felicitación del acusado Luis Manuel Rubiales, este sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos, y de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, le propinó un beso en los labios”.

Las primeras presiones en “los vestuarios del estadio”. “Encontrándose las jugadoras en los vestuarios del estadio, el acusado requirió a Ana Álvarez, directora de fútbol femenino de la RFEF, que entrase a los vestuarios y dijera a Jennifer Hermoso que saliera porque quería hablar con ella. Ya en los pasillos del estadio, Rubiales solicitó a la jugadora para que llevara a cabo una declaración pública acerca de la aceptación por su parte del beso recibido, a lo que ella mostró su desacuerdo”.

El comunicado que ella “no había escrito”. “Posteriormente, cuando la jugadora viajaba en el autobús camino del aeropuerto de vuelta a España, por persona no determinada se pasó el mensaje de ‘Jenni baja, Jenni baja’, lo que así hizo esta, encontrándose con Patricia Pérez y Pablo García Cuervo, a la sazón responsables de prensa de la RFEF, que la estaban esperando. Y allí Patricia Pérez le enseña un teléfono móvil, para que leyera un comunicado, que supuestamente era de la declarante, para poder mandarlo a las noticias, ante el revuelo que se estaba formando y así poder pararlo. Jennifer Hermoso leyó el escrito del móvil por encima, sin querer saber lo que ponía exactamente, en tanto ella no lo había escrito ni se había reunido en ningún momento con nadie para su redacción. En esencia de lo que pudo leer del comunicado es que ella y Luis Rubiales tenían una buena amistad, y lo sucedido había sido debido a la efusividad del momento, que no había más que eso y se quedaba ahí el tema. Nunca dijo que estaba conforme con el comunicado”.

La actuación de Vilda. “En el vuelo de regreso de Australia a España, con escala en Doha (Qatar), Jorge Vilda, [entrenador de la selección femenina], se acercó en varias ocasiones a los asientos donde viajaban los familiares de la jugadora hasta que encontró a Rafael Hermoso, hermano de Jennifer, despierto. Entabló conversación con el mismo y su acompañante Victoriano Martín. En el curso de la conversación, tras alabar las virtudes futbolísticas de la jugadora, les instó para que convencieran a Jenni que saliera con el presidente en Doha para hacer un video conjunto explicando que el beso había sido un acto consentido, restándole importancia, recordándoles que a Jenni le quedaba poco futbol por la edad y la federación podía tener una deferencia con ella, pero que si la situación se enrarecía iban a caer cabezas y la cosa no iba a ir bien para ella ni para nadie”.

Rubiales “insiste” en el viaje a España. “En la escala en Doha, Jennifer Hermoso se encuentra con Luis Rubiales, que le dice que por favor le ayudara haciendo un vídeo porque se estaba liando mucho fuera, que le están llamando acosador; a lo que se negó la mujer, insistiendo Luis Rubiales, pidiéndolo por favor por sus dos hijas que estaban atrás en el avión llorando, que lo estaban pasando muy mal, a lo que contestó la jugadora que lo sentía pero que en ningún momento iba a hacerlo”.

Las maniobras en Ibiza. “De los días 22 a 25 de agosto de 2023, con ocasión de un viaje a Ibiza de la selección femenina, el acusado Rubén Rivera, [responsable de marketing de la federación], que se encontraba a cargo de la expedición, y era el encargado de gestionar la estancia en la localidad y atender a las jugadoras, en un momento no determinado se aproxima a Jennifer Hermoso y le dio el teléfono porque Miguel García Caba, en ese tiempo director de integridad de la RFEF, quería hablar con ella. En la conversación telefónica, García Caba le dice a Jennifer Hermoso: ‘Tenemos que hacer una videollamada porque se está cerrando el proceso de protocolo de la Federación’; [y] que había declarado más gente de la selección y que solo faltaba la declarante, ‘que van a ser dos minutos, que solo hay que decir la verdad y ya está”.

[...]

“Posteriormente, encontrándose Jennifer Hermoso tumbada en una hamaca del hotel se vuelve a aproximar a ella Rubén Rivera, que le comunica que Albert Luque, [exdirector de la selección masculina] se encontraba abajo en el hotel, quería hablar con ella, a lo que aquella se niega diciéndole que no iba a hablar con él”.

“Ante la insistencia de Albert Luque de hablar con Jenni Hermoso. La amiga de esta, Ana Belén Ecube decide ser ella quien hable con aquel, a quien no conocía, siendo acompañada por Rubén Rivera al lugar en que se encontraba Albert Luque, entablándose una conversación cordial en la que Albert le expresa su deseo de hablar con Jenni, y en un momento dado le dice que: ‘si les ayudaban, Luis Rubiales devuelve muy bien los favores y no os va a faltar trabajo ni a ti, ni a Jenni’ [...] El 24 de agosto de 2023, Ana Belén Ecube envía a Albert Luque un mensaje en el que le comunica que, ayer la agencia de Jenni Hermoso se encargó de emitir [un] comunicado. Al que respondió Albert diciendo, “contestaré como Albert Luque, no como federación, yo que lo he vivido todo... Me parece tan injusto, tan injusto, lo que se está haciendo a Luis. Me parece de tanta bajeza humana la actitud de Jenni, tan poca empatía y humanidad... Un simple gesto, quitarle a una persona el marrón más grande de su vida, sabiendo ella que hay mala fe o, subiéndose al carro de matarlo [...] Solo le deseo en la vida, que le devuelva lo que está haciendo pagar a una persona injustamente, pero no se merece nada por la poca humanidad que tiene. Cada uno le da con el tiempo lo que merece [...] Dile a Jenni de mi parte que esto son dos días y se encontrará después solita, solita. Y yo, que no soy de alegrarme del mal de nadie, esta vez estaré contento por primera vez en mi vida”.

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