La Bienal de Venecia propone tecnología contra degradación

Venecia ofrece espacios nuevos para la VII Exposición internacional de Arquitectura que organiza la Bienal entre el 18 de junio y el 29 de octubre. Además de los jardines del Castillo, otros 12.000 metros cuadrados de la zona del Arsenal serán puestos a disposición de los 90 arquitectos, artistas y fotógrafos de todo el mundo, la mayoría jóvenes desconocidos, que acudirán a Venecia para participar en esta edición de la muestra titulada Città: Less aesthetics, More ethics. La exposición, presentada ayer en Roma por el director de la Bienal de Arquitectura, Massimiliano Fuksas, abordará el tema de la situación de emergencia y del progresivo deterioro de las grandes ciudades del mundo. La arquitectura contemporánea puede y debe hacer frente con proyectos de interés social a la situación de degradación que presentan megalópolis como Ciudad de México, Sao Paolo, Hong Kong, Las Vegas, El Cairo o Moscú, por citar sólo unos pocos ejemplos, e incorporar la tecnología punta y el optimismo para resolver algunos de estos gigantescos problemas urbanísticos. La situación de las periferias de las grandes urbes, la conflictividad presente en las ciudades, lugares de desesperación y de acumulación de energía y de cultura, las ciudades en guerra, el drama de los refugiados, los marginados y los prófugos, son los argumentos que afrontan los participantes. Se parte de la necesidad de que la arquitectura mire con detenimiento estos lugares donde se concentran masas humanas y dentro de ellas los sitios donde se desarrollan el mayor número de relaciones humanas como los aeropuertos, las estaciones, el metro, los centros comerciales. Pese a las diferencias económicas y de desarrollo entre unos y otros países, todos estos lugares de encuentro muestran los mismos síntomas de deterioro ambiental y social. Aunque, habría que señalar, la propia arquitectura tiene su parte de culpa en este estado de cosas.

Mil arquitectos

La exposición pretende ofrecer alternativas. Ya el montaje, que ha costado más de 400 millones de pesetas, según precisó el presidente de la Bienal, Paolo Baratta, unido al mayor espacio que se dedica a los pabellones, es buena prueba de la ambición con la que se presenta esta edición. Además del espacio físico en un área espléndida de Venecia, Baratta señaló que la muestra se prolongará on line en el sitio web de la Bienal (www.labiennale.org), con una exhibición virtual realizada por mil arquitectos.

La Bienal de Arquitectura dedicará una sección especial con cinco salas originales a Jean Prouvé, "creador genial que se enfrentó más que otros a la sociedad francesa postbélica", reza la nota informativa, "proyectando una serie de alojamientos para refugiados, pensados para satisfacer una particular situación de emergencia". En los Pabellones de los jardines del Castillo y en espacios dispersos de la ciudad de Venecia será instalada la obra (siempre inspirada por el tema de la Bienal) de los arquitectos invitados por los comisarios.