El Consell y Cortes negocian una solución para la embotelladora

El Gobierno valenciano y el Ayuntamiento de Cortes de Arenoso parecen ahora abiertos al diálogo para buscar una solución al enfrentamiento por la planta embotelladora de la localidad. El alcalde de Cortes, José Mata, dijo confiar ayer "en las buenas intenciones" del consejero de Economía, Vicente Rambla, y se manifestó abierto a iniciar las negociaciones "cuándo sea y dónde sea".Mata apuntó, refiriéndose a la propuesta lanzada por Rambla el día anterior, que estaría dispuesto "a dejar, como pretenden, que la Generalitat adquiera el 51% de la empresa a cambio de la condonación de la deuda de 306 millones de pesetas que mantenemos con el Consell, ya que se trata de la mejor proposición en los últimos tres o cuatro años". Por su parte, el director general del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) de la Generalitat, Juan Manuel Uncio, valoró de forma positiva, en un comunicado oficial, la, según dijo, "aparente actitud dialogante manifestada por el presidente del consejo de administración y administrador único [dejó de serlo tras dimitir en la última asamblea] de la empresa Agua de Cortes, José Mata, para desbloquear la deuda que tiene pendiente con la Generalitat".

El director general del IVF declaró que "se están llevando a cabo contactos con los abogados de ambas partes y hay fijadas reuniones para la próxima semana en las que se espera poder llegar a un acuerdo".

Garantías

El conflicto aún abierto entre el Consell y el pequeño municipio de menos de 500 habitantes se remonta a los primeros meses de la llegada del primer ejecutivo de Eduardo Zaplana, que exigió el pago inmediato de los 306 millones de pesetas concedidos por el gobierno de Joan Lerma para relanzar la planta embotelladora en 1994. El PP sostenía -y mantiene- que el crédito concedido por el ejecutivo socialista era hipotecario, lo que les daba derecho a obtener el importe total de la deuda de forma urgente o a la ejecución de las garantías. Sin embargo, la empresa basó sus alegaciones en que el préstamo era participativo, pudiendo devolver la carga a través de los beneficios anuales.

El caso llegó hasta los tribunales, donde una sentencia concedió la razón a Cortes de Arenoso; sin embargo, la Generalitat recurrió, por lo que todavía carece de firmeza. Al final llegó a subastarse la planta embotelladora esta misma semana, no obstante, ninguna empresa privada se presentó a la puja, prorrogándose la nueva venta por el 50% de su actual valor, 240 millones de pesetas, hasta el próximo 24 de mayo. Ahora, el cambio de actitud de ambas entidades ha propiciado un acercamiento impensable hace sólo unos días. El Consell y Cortes de Arenoso parecen dispuestos a negociar una salida a una prolongada crisis que incluso ha amenazado con ocasionar la segregación del pueblo de la Comunidad Valenciana.