Lentitud
Una niña de nueve años se sentará hoy ante los magistrados de un tribunal en Jaén para hablar de su vida, de los padres que la cuidan desde que tenía apenas unos meses. Estela no sabrá qué pasa por la mente de los que la interrogan y probablemente ignores que ellos van a decidir su futuro, que serán ellos los que digan si tiene que seguir viviendo con sus padres adoptivos o si ya es hora de que conozca a su madre biológica, que la reclama desde que nació.Que la justicia es lenta es algo más que sabido, pero en este caso va a provocar un drama en dos familias y dejará una huella imborrable en una pequeña por la que decide demasiado despacio un grupo de magistrados.
Ocho años lleva batallando la mujer de Linares que pidió ayuda a la Junta para que le ayudase a ocultar durante un tiempo su maternidad y que se encontró, luego, con que la niña había sido dada en adopción. Si los tribunales hubiesen sido ágiles, habrían resuelto el caso en unos pocos meses y Estela no tendría ante sí el desolador panorama que se adivina.
Francisco Herrera, el abogado de la mujer, ha estado años peleando hasta que ha conseguido que el Tribunal Supremo reconozca que la Junta de Andalucía dio una adopción ilegal. Pero la victoria es muy amarga y la solución requerirá otra vez de muchas dosis de generosidad.
La deberá tener la familia adoptiva, que se ha visto envuelta en un largo conflicto, y la madre que reclama a la niña. Ella está dispuesta a buscar una línea de diálogo para que la niña no tenga procesos traumáticos, pero a ver quién es capaz de evitarlos.
La frialdad la tiene la ley y la ejecutan los tribunales. Las sentencias no tienen sentimiento. Son tajantes. Nadie asumirá la responsabilidad de un proceso dilatado en nueve años. La delegada de Asuntos Sociales de la Junta en Jaén, Mercedes Fernández, apenas lleva dos meses en el cargo. Ella no sabe nada. Los tres magistrados que tienen que decidir a partir de hoy qué pasa con Estela tampoco miran al pasado. La Fiscalía que se alió con la Junta en el proceso judicial se fija en la legislación. Es la vida de Estela la que no será como antes.
¿Qué les puede decir Estela hoy a los magistrados? Con unos pocos años más quizá sí podría reprochar a los que tiene delante lo que han hecho con ella otros, lo que ha hecho una administración empeñada en no reconocer a tiempo un error.
CARMEN DEL ARCO
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