Cinco personas, heridas graves por arma blanca durante los últimos días en diversos incidentes
Un grupo de cinco chicos apuñala a un joven cuando regresaba a su casa en un 'búho'
La violencia con las armas blancas continúa en la región en pleno ascenso. A pesar de las operaciones Búho y Luna, puestas en marcha por la policía para acabar con la posesión de navajas y cuchillos por parte de los jóvenes, cinco personas resultaron graves en otras tantas peleas desde el pasado jueves. Estas víctimas vienen a sumarse a los cuatro muertos y a los más de 50 heridos que se han registrado desde que comenzó el año. El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha criticado "la pasividad de las autoridades para frenar este matonismo urbano".
Uno de los casos más graves de los dos últimos días fue el de Iván López, de 21 años. Este estudiante de Ingeniería de Obras Públicas se subió en un búho de la línea N-16. Se dirigía desde la plaza de Cibeles hasta su domicilio, en el barrio de San Ignacio de Loyola. Cinco jóvenes se sentaron detrás de él y, al poco, empezaron a escupirle. Iván López les exigió que le dejaran en paz, porque le estaban molestando. "Desde ese momento, todos se fijaron en mí y yo ya me puse en alerta ante lo que pudiera pasar", explicó ayer el herido.Primero se bajaron del autobús dos integrantes del grupo. Cuando los tres restantes iban a dejar sus asientos en la zona de Batán (Latina), Iván se puso en pie para poder reaccionar ante cualquier ataque. "Les dejé un metro de distancia, aproximadamente, por si ocurría algo", señala Iván López, "y entonces me di cuenta de que uno se me acercaba y le vi con malas intenciones. Como no tenía otra posibilidad para defenderme, le di un cabezazo".
Su agresor volvió al poco hacia donde estaba Iván. Llevaba una navaja en la mano derecha. La víctima logró cogerle por el cuello, pero no pudo asirle el arma. Su oponente le propinó dos cuchilladas en la parte posterior del tórax, con unos cinco centímetros de profundidad, y tres en la región lumbar izquierda. Una puñalada estuvo a punto de afectarle un riñón.
Ayuda al conductor
Iván López se acercó como pudo al conductor del autobús y le pidió ayuda. Los facultativos de una ambulancia del Samur le atendieron en el propio vehículo y después le trasladaron al hospital Clínico de San Carlos. El herido ha permanecido en observación durante toda la noche y hoy está previsto que reciba el alta médica. "La suerte que ha tenido este paciente es que llevaba bastante ropa [una cazadora y un jersey] y que estaba muy fuerte. Los músculos de la espalda han evitado una lesión más grave en la zona del riñón", señaló un portavoz del Clínico.
El herido asegura que sus agresores vestían "de forma normal" y que no le infundieron al principio ninguna sospecha. Este joven, jugador de fútbol americano y gran aficionado a los deportes, también destacó que recibió mucha ayuda por parte del conductor del autobús y de otros viajeros. "No acostumbro a coger ese búho. Antes iba más a menudo, pero ahora ya tengo coche y es el medio en el que suelo desplazarme. Como ayer tenía previsto salir con unos amigos y beber algo, decidí no usar el coche y utilizar el autobús", explicó Iván. En la inspección del autobús, agentes de la Policía Municipal encontraron un pendiente de aro y la cartera del herido, sin dinero.
La agresión por arma blanca sufrida por Iván López no fue la única, sino que hubo al menos otras cuatro. Un repartidor de comida china resultó herido, al filo de la madrugada del viernes, en el barrio de Lavapiés. Con anterioridad, un grupo de marroquíes le había robado la comida que iba a entregar en un domicilio de la calle de Oslo y 20.000 pesetas. Regresó al restaurante, en la calle de Mesón de Paredes, número 20, contó lo sucedido y, junto a otros trabajadores del local, salió a buscar a los asaltantes. Entonces, un grupo de unos 20 marroquíes, entre los que estaban los que le habían robado, le hirió con un arma blanca en un glúteo y lanzó botellas y ladrillos contra el local.
Un vecino de Hortaleza descubrió, alrededor de las nueve y media de la mañana del viernes, a un hombre de 36 años, de nacionalidad rusa. La víctima sufría traumatismo facial grave, cortes por todo el cuerpo, fractura de la pierna derecha y numerosos golpes, según informó un portavoz del Samur. Se encontraba en un descampado de la calle de Murias de Paredes (Hortaleza) y fue trasladado al hospital Ramón y Cajal con pronóstico grave. Tenía señales en las muñecas y en los tobillos de haber estado maniatado.
Otra víctima de las navajas fue un hombre de unos 30 años, apuñalado en el camino de la Magdalena, en el poblado de Las Barranquillas (Villa de Vallecas), considerado como uno de los hipermercados de la droga de Madrid. Sufría una herida incisa en el hombro y fue trasladado por el Samur al hospital Gregorio Marañón.
El quinto herido por arma blanca fue John O. E., un colombiano de 19 años que recibió una puñalada en el muslo izquierdo a las dos y media de la madrugada de ayer, cuando caminaba a la altura del número 42 de la céntrica Gran Vía. Está ingresado en el hospital Clínico. Su pronóstico es grave.
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