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Cataluña exporta asalariados cualificados al resto de España

En 1996 llegaron a la comunidad catalana 119.140 personas y la abandonaron 120.246

Cataluña se ha convertido en exportadora de asalariados cualificados al resto del España. Se trata de un flujo de empleados cualificados hacia otras autonomías que se va con "el empleo a cuestas". Sin embargo, paradojas del desempleo: algunas industrias, como las del Ripollès, tienen dificultades incluso para encontrar mano de obra no cualificada, según Antoni Subirà, consejero de Industria.

Muchos cuadros y trabajadores especializados buscan territorios con menor inflación y vivienda más barata. El fenómeno comenzó a producirse a partir de 1980 y se consolidó en la década de los noventa. En 1996, último año del que hay datos disponibles, el saldo migratorio interautonómico señalaba que a Cataluña llegaban 1.136 personas menos de las que se marchaban a otros lugares de España. (3.468 personas en 1995). Al fenómeno se le conoce técnicamente como "migración inversa". "Los asalariados que se van son gente que se mueve con el empleo a cuestas", resume Antón Costas, catedrático de la Universidad de Barcelona.Ese mismo año, llegaron a Cataluña 119.140 personas, y de esta comunidad emigraron al resto de España 120.246 personas, de acuerdo con datos del Anuario de Migraciones del INE.

Los que se marchan suelen tener ante sí un cargo mejor y cuentan además con ventajas estructurales, como son, en muchos casos, "vivienda más barata y menos inflación porque a menudo se olvida que un aparcamiento o un billete de autobús no cuestan lo mismo en Barcelona que en Zaragoza", señala Joaquim Trigo, director del servicio de estudios de Fomento del Trabajo.

Un informe del Círculo de Economía, titulado La paradoja del desempleo, pone al descubierto los desajustes entre ofertas y demandas de empleo, que se dan con gran intensidad en Cataluña. PASA A LA PÁGINA 8

El CES está a favor de fomentar la movilidad de los trabajadores

VIENE DE LA PÁGINA 1 La idea de que las prestaciones públicas a los desempleados constituyen -en sí mismas- un freno a la movilidad viene avalada por varios documentos de trabajo de la OCDE. El Consejo Económico y Social (CES) y el Círculo de Economía coinciden en la necesidad de fomentar una "cultura de la movilidad" dada la baja movilidad geográfica de los trabajadores desempleados. El CES indica que a finales de 1998, las ofertas de empleo pendientes de ser cubiertas en Cataluña fueron 62.000.

Se ofrecen como razones que favorecen esa escasa movilidad hacia zonas donde existe empleo sin atender, como Cataluña: el precio de la vivienda, la falta de servicios sociales y también las diferencias lingüísticas, "especialmente cuando se desplazan trabajadores con hijos en edad escolar". En el diagnóstico coinciden el CES, el Círculo de Economía y un experto en movilidad, Samuel Bentolila, autor de varios informes para el Banco de España.

El proceso de descentralización del Inem ha comportado que "se reproduzca el tipo de problemas ya presentes en el sistema anterior, y que las transferencias a las comunidades autónomas se han llevado a cabo de forma un tanto desordenada, sin haber previsto con anterioridad un marco legal para su desarrollo", señala el Consejo Económico y Social en un informe dedicado a La movilidad geográfica, de febrero de este año.

El sistema posterior a la transferencia del Inem ha favorecido además que no exista ningún sistema "ni bueno ni malo, de información en tiempo real que asegure la interconexión entre las bases de datos de los diferentes servicios de empleo que funcionan a nivel autonómico y local a los empleadores y que permita conocer a los trabajadores cuáles son las ofertas de empleo".

Los servicios autonómicos de empleo son endogámicos: "Los catalanes de Tortosa no tienen acceso a las ofertas de empleo de Castellón o los de Lleida, a las de Fraga o Monzón. En cambio, pueden conocer las del sur de Francia", afirma Antón Costas, que reclama la integración de las ofertas y las demandas.

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