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Unió de Pagesos vuelve a la 'guerra de la avellana' con barricadas en las carreteras de Tarragona

,El sector de la fruta seca del sindicato agrario Unió de Pagesos (UP) ha recuperado su tono más activista y sus acciones más contundentes desde la conocida como la guerra de la avellana en su exigencia de la obtención de ayudas para sus cultivos, después de recibir como un jarro de agua fría la negativa del comisario europeo Franz Fischler a renovar las subvenciones actuales, cuya caducidad está fijada para el próximo 5 de mayo. Los discursos más acalorados, "frente a la represión, lucha y acción", volvieron a sonar en la asamblea que celebraron el miércoles por la noche más de 2.000 productores en Alcover (Alt Camp). El pasado jueves aparecieron las barricadas de neumáticos ardiendo en las carreteras de las comarcas centrales de Tarragona como inicio de una campaña que Unió de Pagesos anuncia "larga y muy dura".

Indignación. Este era el tono de los representantes sindicales en la asamblea de Alcover, donde explicaron a los más de 2.000 productores congregados en el pabellón de deportes cuál es la situación actual. Dramática, a juicio de Pere Guinovart, coordinador nacional del sector: "Que sepan nuestros representantes que a partir del 5 de mayo, al dejar a 5.300 personas en manos del libre mercado, los están conduciendo a la pena de muerte". El sector clama porque la competencia frente a países exportadores como Turquía o California no se realiza en términos de igualdad y sospechan que son las empresas importadoras españolas, mayoritariamente establecidas en Valencia, las que han actuado como lobby frente a Fischler: "No puede ser que en el consejo de ministros del 20 y 21 de marzo se reconozca el problema del sector como estructural y que el 17 y 18 de abril el comisario asegure que el sector está saneado. El enfermo es el mismo". De ahí su reivindicación de una ayuda directa a la renta, establecida en poco más de 88.000 pesetas por hectárea, la de 25 pesetas por kilo de producto y ayudas estructurales. Responsabilidades políticas

Tras la explicación de la situación en la asamblea, llegó la petición de responsabilidades políticas (principalmente al ministro de Agricultura, Jesús Posada, a quien los agricultores atribuyen el fracaso en la negociación europea), la llamada a la unidad y las advertencias de que se llegará hasta el final en la consecución de objetivos: "Que nadie diga después que aceptaría 40.000 pesetas de ayuda directa", advirtió Guinovart ante las posibles desafecciones en un conflicto que prevén duro. Tan duro como el tono que emplearon y en el que se cargaron tintas contra "burócratas y políticos" en general.

Las propuestas de la ejecutiva sindical de volver a los cortes de carreteras no sólo no fueron chistadas, sino que muy aplaudida. El jueves por la tarde, en plena operación salida, empezó de forma oficial "la guerra de la fruta seca". Alrededor de 800 agricultores colapsaron la zona centro de Tarragona al cortar durante más de una hora la C-240 de Montblanc a Reus en La Selva del Camp, la N-420 en Perafort y la N-340 en Cambrils, que fue el punto más conflictivo por la afluencia de turistas en la zona. En este punto estaba el representante sindical Josep Suñé, quien estimó muy positiva la convocatoria por parte de los agricultores al tratarse de un día semifestivo y ser una de las primeras acciones del sindicato. Suñé reclamó la solidaridad de la ciudadanía y recordó que los cortes de carretera están justificados por lo que calificó como "unas negociaciones del ministro impresentables". Suñé recordó que el ministro no había recabado el interés del resto de sus homólogos del arco mediterráneo para poder presionar de forma conjunta en la Unión Europea, y que esa había sido una de las claves del fracaso. El sindicalista apuntó que UP llevará a cabo actuaciones del mismo estilo en los próximos meses hasta que se cumplimenten sus demandas. Las acciones del jueves, según apuntó la Guardia Civil, no produjeron graves retenciones puesto que los payeses dejaron vías alternativas en la N-340 y los propios agentes de la Guardia Civil crearon otras.

El próximo lunes, con la operación retorno, se pretende la misma respuesta. El sector impulsa extender su ámbito de actuación a Lleida. El pasado jueves, en esta provincia, unos 80 agricultores convocados por UP cortaron la carretera comarcal C-1313 entre las localidades de Alcoletge y Vilanova de la Barca (Segrià). Los manifestantes quemaron neumáticos y troncos en medio de la calzada. La acción, que duró algo más de una hora, cogió por sorpresa a centenares de automovilistas que se dirigían al Pirineo, aunque no ocasionó grandes retenciones porque los Mossos d'Esquadra desviaron el tráfico por vías alternativas, informa Lluís Visa.

El responsable de la fruta seca de UP, Josep Maria Pardell, pidió comprensión a los automovilistas por las molestias causadas por estas protestas, cuyo objetivo es sensibilizar a la sociedad sobre las graves consecuencias que tendrá para el sector la retirada de las subvenciones comunitarias.

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Josep Lluis Sellart

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