Los dueños de 24 bares de Leganés culpan de una pelea a los agredidos
Los dueños de los 24 bares de copas de la plaza de toros La Cubierta de Leganés (173.000 habitantes), han defendido la inocencia de los porteros que fueron denunciados el sábado 7 de abril por un vecino de Villaverde, Fernando González Cortés, de 19 años. Éste les acusó de romperle la nariz, de causarle varios hematomas y de apalearle. Los propietarios de los locales aseguraron que González Cortés y sus siete acompañantes iniciaron la pelea y molestaron a otros clientes del pub Santa Fe. Esta versión ha sido corroborada por fuentes de la comisaría de Leganés.Los incidentes ocurrieron alrededor de las 22.30 del viernes 6 de abril. Según la versión de los dueños de los locales, uno de los jóvenes del grupo del vecino de Villaverde empujó a un joven y otro forzó a una joven para que saliera a bailar. El dueño del bar vio estos incidentes y avisó a su portero para que invitara a los chicos a marcharse. Los clientes exigieron que se les devolviera el precio de las consumiciones para abandonar el local, a lo que el empresario accedió. "Cuando ya tenían su dinero empezaron a insultar al portero. Le llamaron todos los improperios que se pueda imaginar. Su forma de actuar correspondía a personas que estaban borrachas o que se habían tomado alguna pastilla", señalaron los empresarios. "Al dueño del local le dijeron que se lo iban a quemar o que le pegarían un tiro". Después, uno de los jóvenes dio un cabezazo al portero. Éste pudo evitarlo en parte y le alcanzó sólo la barbilla. Otro aprovechó el incidente y le propinó un puñetazo, según la versión de los empresarios. Un tercero estalló un vaso contra la puerta del local y los cristales alcanzaron a otros clientes, que les increparon por su actitud. Entonces se inició una pelea y continuaron fuera del pub.
Palos y piedras
"Cogieron palos y piedras de una obra que hay junto a la plaza y empezaron a pegarse. Cuando terminaron, subieron a los coches y siguieron tirando piedras y botellas al otro grupo y a los que estaban alrededor mirando", explicaron los empresarios.
Los dueños de los bares negaron que uno de los porteros de La Cubierta llevara el pelo largo, vistiera cazadora de cuero y fuera "muy fuerte", tal y como lo describe González Cortés en su denuncia. "Es fácil echar la culpa a otros cuando se va borracho o colocado, como ellos lo estaban. Lo demuestra el que estuvieran tan nerviosos y alterados", explicó un responsable de seguridad de la plaza.
A raíz de este incidente, los empresarios y la policía han decidido incrementar la vigilancia. Habrá 70 vigilantes contratados por los dueños de los locales (20 uniformados, 30 porteros y 20 aparcacoches), frente a los 50 de antes. También habrá más presencia de agentes locales y de policía nacional. "Se trata de un hecho aislado, que podría haberse dado en cualquier lugar donde se reúnan hasta 20.000 personas como ocurre en La Cubierta", señaló el concejal de Seguridad, Santiago Llorente.
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