El FMI debate mecanismos para atajar futuras crisis económicas internacionales

El Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunió ayer como tenía previsto, pese a las protestas callejeras que buscaban bloquear la asamblea de ministros de Economía y gobernadores de los bancos centrales. El Comité Financiero y Monetario, que controla al FMI, discutió medios para evitar sorpresas como la crisis asiática de 1997 y una reforma interna que haga más efectivo y dinámico su funcionamiento. La agenda no varió, pero el comisario europeo para Asuntos Económicos, Pedro Solbes, afirmó que ha comprendido "el importante mensaje enviado por una parte de la población".

Muchos delegados (ministros de Economía y Hacienda y gobernadores de los bancos centrales) llegaron de madrugada, antes de que los manifestantes cortaran las calles, y otros lo hicieron en autobuses o coches ruidosamente escoltados por la policía. Personal del Fondo pasó la noche en el edificio para tener todo preparado. [Y aún así, los ministros de Francia (Laurent Fabius), Alemania (Hans Eichel), Brasil (Pedro Malán), Portugal (Joaquim Pina) y Austria (Karl Heinz), quedaron bloqueados y llegaron con retraso a la asamblea. "Es sorprendente que en un país moderno sea difícil organizar una reunión como ésta. Es lamentable que no pueda hacer mi trabajo", dijo Fabius].Los reunidos revisaron el informe de perspectivas presentado la semana pasada por el banco, que predice una expansión económica global con un crecimiento del 4,25% y analizaron reformas para que la institución sea más dinámica y no se deje sorprender por la crisis. El FMI ha estado históricamente volcado en cuestiones macroeconómicas y ahora se busca que "se centre en la vigilancia de los puntos débiles de las crisis de capitales modernas", según Lawrence Summers, secretario del Tesoro de EEUU, anfitrión de la reunión del día anterior del Grupo de los Siete países más ricos (EEUU, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá).

Mayor transparencia

Lo que el G-7 y muchos otros países piden es más transparencia en la gestión y toma de decisiones del Fondo y que trabaje de forma más estrecha con los países a cuyo socorro acude, a los que debe escuchar más en vez de imponerles tratamientos de choque de alto coste social. También se pretende que el FMI implique al sector privado en sus intervenciones y que haya más control de la gestión, para evitar escándalos como el de los miles de millones perdidos en el agujero negro en que se ha convertido Rusia.

Los reunidos tenían sobre la mesa los planes para ayudar a aliviar el endeudamiento de 41 de los países más pobres, cargados con una deuda cuyo pago de intereses les impide levantarse. "En Africa hay países en los que el pago de la deuda se lleva más del 60% del presupuesto y no queda casi nada para el desarrollo", dijo Jean Fleix Mamalepot, gobernador del Banco Central de los Estados Centroafricanos.

El día anterior, el G-7 llegó a la conclusión de que las perspectivas son magníficas para la economía. "Pero hay que mantenerse vigilantes", señaló Summers.

[Ayer las protestas no modificaron la agenda, pero el comisario europeo para Asuntos Económicos y Financieros, Pedro Solbes, afirmó que ha comprendido "el importante mensaje enviado por una parte de la población". Solbes dijo que la UE está "dispuesta a hacer todo lo posible" para conseguir una expansión económica global y afirmó que los reunidos comparten con los manifestantes su preocupación por un desarrollo sostenido para todos].