Tabacalera gana sólo el primer combate
Cirujanos vasculares dicen que sí hay relación entre la enfermedad de Buerger y el hábito de fumar
Perplejidad entre los especialistas en cirugía vascular. La reciente sentencia favorable a Tabacalera, en lo que es su primer round frente a las demandas de fumadores contra la industria española, se ha basado en que, etiológicamente, no está demostrada la relación entre el hábito de fumar y el síndrome de Buerger (tromboangitis obliterante), enfermedad que padece el demandante, el leonés José Calderón, consistente en la inflamación de los vasos sanguíneos y que le ha producido la amputación de brazos y piernas.Sin embargo, los especialistas en cirugía vascular de los principales hospitales españoles advierten de que su experiencia clínica diaria difiere de las conclusiones médicas de la sentencia. Aunque coinciden en que el origen etiológico no está probado, como ocurre en otras enfermedades más frecuentes, estos expertos aseguran que la epidemiología hospitalaria respecto a esta enfermedad es concluyente: todos los afectados de Buerger que tratan son fumadores. Para ellos, las evidencias estadísticas tienen igual validez científica a la hora de probar la causalidad de la enfermedad.
Así lo explica Marc Cairols, jefe del servicio de Cirugía Vascular del Hospital Universitario Príncipes de España (Barcelona): "Todos los que conocemos esta patología sabemos que el tabaco es la causa directa sobre la inflamación de las arterias distales". Para Cairols no hay ninguna duda en la relación causal tabaco-enfermedad de Buerger y afirma: "En mis 25 años de práctica médica jamás he visto un caso que no fuera de una persona no fumadora".
Estos mismos comentarios han sido realizados por expertos de otros importantes hospitales españoles. Ricardo Gesto, jefe del servicio de Cirugía Vascular del hospital madrileño Doce de Octubre, entiende que "una de las bases del diagnóstico de esta patología es el tabaquismo". Gesto recuerda más de un caso de estos enfermos en los que, pese a haber sufrido la amputación de las extremidades, "persisten en fumar debido a que presentan una gran adicción".
Vicens Riambau, del servicio de Cirugía Vascular del Hospital Clínico de Barcelona, añade: "Está claro que hay otros elementos genéticos que influyen, pero el tabaco es el desencadenante de la enfermedad". "Yo sólo la recuerdo en fumadores", coinciden Riambau y otros especialistas del hospital Vall d'Hebron.
El único médico de los consultados por este diario que asegura haber tratado a un enfermo de Buerger no fumador es Ángel González Pinto, cirujano cardiovascular del hospital privado Ruber Internacional de Madrid. Afirma tener en estos momentos el caso de una mujer no fumadora de entre los seis Buerger que atiende.
Este cirujano es coautor de un informe sobre esta patología encargado recientemente por Tabacalera y que los abogados de la empresa han utilizado para su defensa, tanto en la demanda de Madrid, recurrida por Calderón el pasado jueves en la Audiencia Provincial, como en la abierta en Palma de Mallorca por otra afectada de Buerger, Ángela Ávila, cuya demanda civil está en fase de presentación de pruebas.
González Pinto asegura con énfasis que él es un gran detractor del tabaco y que simplemente ha llevado a cabo un encargo profesional. "Yo no conozco el caso de los afectados ni de León ni Palma, y simplemente me he limitado a hacer un estudio científico sobre esta enfermedad".
Este informe ha sido elaborado también por el jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital de Móstoles, Julián Ruiz. El estudio no entra en profundidad en lo que se considera como el primer elemento relacionado con la enfermedad, el tabaco, aunque en su capítulo dedicado a la etiología y patogenia concluye: "Se podría decir con respecto al tabaco y la enfermedad de Buerger que aquél provoca una disfunción del endotelio, que hace poner en funcionamiento los mecanismos de la respuesta de la pared de la arteria con inflamación y trombosis de la misma".
El otro estudio médico encargado por Tabacalera para defenderse de la demanda presentada en Madrid ha sido firmado por el presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, H.Durán. Este médico asegura que "sólo hay datos socioambientales o genéticos en el origen del proceso" de la enfermedad de Buerger, entre los que cita el tabaco. "Es el factor con el que se ha relacionado la enfermedad más frecuentemente, pero no con exclusividad ni con fundamentos científicos concluyentes", escribe.
En la demanda de Palma de Mallorca, Tabacalera ha añadido otro estudio realizado por José María Cavanilles, jefe del servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Príncipes de España. Cavanilles, que no ha querido hacer declaraciones al respecto, expone en su informe: "Aunque existe una alta asociación entre el padecimiento de la enfermedad y el hábito de fumar, ningún autor que conozcamos señala el tabaco como la causa de la enfermedad". Cavanilles eleva a un 30% los enfermos de Buerger que no han fumado nunca.
Ante estas afirmaciones, su colega de hospital Marc Cairols desautoriza a Cavanilles, al que no considera un experto en la materia: "No está en contacto con las personas que padecen esta enfermedad en el hospital". Según Cairols, jefe de servicio de Cirugía Vascular del hospital barcelonés: "En base a la literatura científica, uno puede defender casi cualquier posición. Pero yo llevo muchos años en esto y no conozco ni un solo caso de un no fumador con Buerger". Respecto al caso atendido por el doctor González Pinto en el Hospital Ruber Internacional, Cairols cree que se puede deber a un mal diagnóstico: "Seguramente esa mujer tendrá una arterioesclerosis, que presenta unos síntomas muy similares y que a veces es difícil de diferenciar del Buerger".
La estrecha relación entre esta enfermedad y el consumo de tabaco que defienden los especalistas de los grandes hospitales españoles también se encuentra en los manuales médicos de referencia (Farreras-Rozman, Harrison o Merck), que dicen que el 95% de los casos de Buerger es de "fumadores importantes" y que "existe una relación definitiva con el tabaquismo". También hay artículos científicos recientes que confirman estas afirmaciones, como el elaborado en la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos, en el que se concluye: "La asociación entre el consumo del tabaco y el desarrollo de la tromboangeítis obliterante es incontestable".
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