Condenada la London School of Economics por discriminación
Una de las instituciones más prestigiosas del Reino Unido, la London School of Economics, ha sido condenada por discriminación sexual en el caso de Helen Mercer, una profesora de Historia de la Empresa que no obtuvo un empleo fijo por miedo a que su deseo de aumentar su familia le robara horas de trabajo. El tribunal laboral que falló a su favor decidirá en mayo la cuantía de la indemnización que recibirá.Helen Mercer, de 42 años, llegó a la London School en 1995 con un contrato de tres años y un libro sobre su especialidad que contribuyó a que el centro recibiera las mejores notas otorgadas por el Gobierno británico en los controles de calidad a que somete a todas las instancias educativas del país.
Para 1997, la profesora contaba con el apoyo de los mismos catedráticos que debían decidir si se le hacía un contrato fijo. Cuatro meses después de haber sufrido un aborto, vio cómo el puesto acababa en manos de un colega masculino mucho menos cualificado y sin apenas publicaciones relevantes. Cuando preguntó las razones del rechazo, se le dijo que el varón en cuestión "contribuiría mejor a mantener a la escuela a la cabeza de las instituciones británicas de su clase".
"Lo que en realidad trataban de decirme es que temían que mi deseo de aumentar mi familia -tiene una hija de 7 años- interfiriera en mi trabajo académico", ha dicho Mercer.
Para la London School, dirigida por Anthony Giddens, padre de la tercera vía puesta en marcha por el Gobierno laborista, el caso ha supuesto un contratiempo. La presencia de las mujeres en la educación superior británica suma hoy un 51%. Sólo una de cada cuatro, no obstante, desempeña cargos de relevancia.
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