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Dos millones de civiles han muerto a tiros en África occidental desde 1990

Jorge Marirrodriga

Más de dos millones de personas, de las cuales el 90% eran civiles, han muerto en África occidental desde 1990 a consecuencia del uso de armas de fuego, según denuncia un informe de Naciones Unidas que analiza la situación mundial en cuanto a delitos y justicia penal. El documento alerta sobre el excesivo número de armas que circulan en África y lo poco que cuestan en el mercado negro.

Naciones Unidas constata que en algunos países las armas son más baratas que los alimentos. En Uganda, un fusil ametrallador AK-47, el conocido Kaláshnikov, cuesta lo mismo que un pollo. Según los datos que maneja la ONU, el 40% del comercio mundial de armas ligeras tiene lugar en el mercado negro.Las muertes por arma de fuego se dan principalmente en los países en vías de desarrollo, lo cual está directamente relacionado con que el 70% del comercio de armas ilícito se realice en estos países. La tendencia se refuerza con el aumento de problemas políticos y conflictos civiles en estos países.

Estos datos, junto a la necesidad de luchar contra las redes criminales internacionales son analizados desde el pasado día 10 y hasta el próximo lunes en el XCongreso de Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento de los Delincuentes, en Viena. Para la ONU, las tres principales preocupaciones de la comunidad internacional en el campo de la prevención del delito son la delincuencia organizada, la corrupción y la trata de seres humanos.

Crece el narcotráfico

Las estadísticas de los últimos años revelan que el mundo asiste al crecimiento de las tramas organizadas de delincuencia, especialmente en lo referente a narcotráfico y venta de armas. El fenómeno no sólo afecta a países pobres o desestructurados. La ONU refleja que en los últimos años, por ejemplo, el Reino Unido ha sufrido un aumento del crimen organizado. Sólo en tráfico de drogas y fraude de tarjetas de crédito, estas redes manejan unos 50.000 millones de libras esterlinas (más de trece billones de pesetas), según el Servicio Nacional de Inteligencia Criminal británico.

La globalización de la economía ha provocado que las actividades delictivas echen raíces en lugares donde sólo hace pocos años o no existían o era muy escasas. La droga es el principal impulsor de este fenómeno. En 1999 la producción mundial de opio aumentó en un 50%. Algunos países como Afganistán duplicaron su producción. La ONU señala que los cultivos de cocaína se han estabilizado, pero advierte de un peligroso repunte en la utilización de la heroína.

Los delincuentes internacionales se han especializado. Naciones Unidas destaca que las redes emplean a "personal altamente cualificado" para no dejar huellas.

En Europa, la situación de inestabilidad de los países del Este ha dado lugar a la creación de fuertes mafias que han extendido su influencia a la parte occidental del continente en temas como tráfico de drogas, contrabando de vehículos o trata de blancas. La ONU subraya que estos grupos son "sumamente flexibles" y que descubren "constantemente" nuevas brechas para explotar estos mercados.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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