PSE y PP abren la negociación de los presupuestos de Álava y Vitoria

Socialistas y populares iniciaron ayer la negociación de los presupuestos de la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, que según estimaron los primeros pueden estar aprobados a finales de junio. El PSE aspira a dejar en su impronta a través del incremento del gasto social y no alberga ninguna duda de que el acuerdo se alcanzará. Sus portavoces aconsejaron, no obstante, no contemplar Álava como "avanzadilla de nada", ya que otras alianzas "estratégicas" se decidirán en otros marcos.

Los portavoces del PSE-EE en las Juntas Generales de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, Juan Carlos Prieto y Jesús Loza, dejaron ver ayer la determinación de su partido de aprovechar al máximo las posibilidades que su situación "de privilegio" en la política alavesa les brinda de cara a la negociación con el PP de los presupuestos para ambas instituciones. Prieto señalo que las cuentas de Vitoria y Álava tienen que "saber y oler a socialismo". También dejó claro que el acuerdo que se busca es sólo para este año. Aunque estimó que el escenario político resulta "sugerente", dijo que la posibilidad de otras alianzas se verá en otro marco y que las "pistas" se vislumbrarán en breve.La negociación se abrió oficialmente ayer con una reunión con el diputado general, Ramón Rabanera, al que Prieto planteó su propuesta sobre el marco general, perfiles, calendario y procedimiento para las conversaciones. Los socialistas mostraron una seguridad tal en el éxito de la negociación que incluso esbozaron plazos. Prieto espera sentar en una semana las bases de trabajo y desarrollar la negociación a fondo en la primera quince de junio. En la segunda parte de ese mes se entraría en el calendario reglamentario para aprobar las cuentas.

Prieto justificó en la excepcionalidad de la situación política esta alianza, a la que atribuyó el objetivo de garantizar valores democráticos y el funcionamiento de dos instituciones que defienden la paz, la Constitución y el Estatuto. El buen gobierno de la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria resultaría fundamental también para demostrar que el nacionalismo tiene alternativa. A la inversa, su fracaso sería también el de la alternancia y propiciaría la reproducción de la "foto falsa" de que la vida política vasca ha de girar en torno al nacionalismo.

Junto a esas dos razones, Prieto situó la necesidad de atender las demandas de los ciudadanos y responder a lo que consideró una exigencia de los votantes del PSE, así como la voluntad de potenciar el papel "decisivo" del socialismo en Álava. "No mandamos, pero sí decidimos",dijo para ilustrar el valor de su posición, fuera de los equipos de gobierno.

Los socialistas no precisaron sus posiciones en relación con contenidos o cifras, a la espera de darlos a conocer antes a sus interlocutores del PP, pero Jesús Loza esbozó las condiciones genéricas: el gasto social deberá crecer por encima de la media del presupuesto; el acuerdo deberá recoger el pacto sobre suelo y vivienda suscrito el año pasado en el Ayuntamiento y también partidas destinadas a infraestructuras y equipamientos para las zonas con más déficit de ellos.

Loza resaltó también como condición la de establecer mecanismos de coordinación entre ambas instituciones, sobre todo en aspectos como el suelo industrial, la promoción económica o la prestación de servicios sociales.