FARMACOLOGÍA El uso de opiáceos contra el dolor no conduce al abuso

lona Aunque el uso médico de opiáceos para tratar el dolor está aumentando notablemente, no conduce necesariamente a un abuso del consumo de estos potentes y adictivos analgésicos, e incluso podría estar disminuyendo, según un estudio publicado en el último número de The Journal of the American Medical Association (JAMA).

"Para mantener esta tendencia, los fabricantes, farmacias, médicos y pacientes deberán seguir intentando mejorar el control del dolor y al mismo tiempo cuidar de que se minimice la desviación de medicamentos opiáceos para uso no médico", afirman David E. Joranson y sus colaboradores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wisconsin en Madison.

Tras analizar los datos del uso médico de opiáceos en Estados Unidos desde 1990 a 1996, los autores observaron que se produjeron aumentos en el uso médico de la morfina (59%), el fentanyl (1.168%) y la meperidina (35%). Durante el mismo tiempo, los datos sobre abuso indican que disminuyó para la meperidina (39%) y el fentanyl (59%), mientras que aumentó para la morfina (3%).

"Las preocupaciones relacionadas con el consumo abusivo impregnan los esfuerzos por tratar el dolor con opiáceos", escriben los autores. "A los pacientes les preocupa convertirse en adictos a los opiáceos. Los profesionales de la salud son reacios a prescribir, administrar, dispensar o almacenar sustancias controladas por miedo a causar adicción o contribuir al problema del consumo abusivo".