Aquella arpía
Aquella arpía a la que Shakespeare retrató venía de antiguo: aparece en apólogos, leyendas, teatro; hasta en biografías de la antigüedad. Su condena no ha cesado de representarse mediante esta obra, una de cuyas versiones se llamó La doma de la bravía; y tambien hubo una revistilla que se llamó Las bravías, y hay musicales -Kiss me, Kate, titulo de una frase de la obra- y películas.La Royal Shakespeare Company ha hecho una nueva versión, con el respeto al texto original que la caracteriza. Pero no con resignación al viejo orden: lo mete todo dentro de un ordenador, cuyas imágenes se proyectan y consisten el decorado como una imitación de página web. Y todo con belleza, como los trajes.
The taming of the shrew De William Shakespeare
Música, Gary Yershon. Interpretes, Stuart McQuarrie, Katherine Grice, Colin McCormack, John Lloyd Fillingharn, Simon Coates, Nicholas Blane, Maxweil Hutcheon, Sam Troughton, Jo Stone-Fewings, Louis Huyer, Christopher Willkinson, Monica Dolan, Charlotte Randie. Músicos: flautas; Peter Lewis; mandolina, Alison Stephens; guitarra, Nigel Woodhouse. Escenografía, A shley Martin-Davis. Iluminación, Peter Murriford. Director musical, Peter Lewis. Director, Linsay Posner. Royal Shapespeare Company. Patrocinio de Alliad Domecq. Teatro de Madrid.
Los actores son especialistas de Shakespeare; no tienden a la innovación de la obra sino a un realismo que se refiere siempre al texto agudo, burlón y quizá didáctico en su época. Ya no hay domas masculinas de las mujeres duras, aunque no haya dejado de haberlas de mal carácter, regañonas, furiosas.
La obra ha venido a Madrid por tres días, en el mismo montaje con el que se ha visto en Londres: esta compañía viaja al mismo tiempo que otras dos formadas del mismo ilustre fondo que llevan Macbeth y La gaviota, de Shakespeare. No sería malo que las pudiéramos ver tambien en alguna ocasión. Sobre todo, por su maestría y por su ejemplo.
El público aplaudió insistentemente, y tambien dieron ejemplo de educación los actores retirándose definitivamente del escenario mientras aún duraban los aplausos.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.