El largo camino de Angela Merkel

La elección de Angela Merkel como presidenta de la CDU en el congreso de Essen no garantiza que la Unión Cristiana Democrática de Alemania se convierta en una alternativa atractiva para los electores alemanes en los comicios de 2002. La figura bandera de la CDU le ganaría el pulso a Gerhard Schröder por un 38% frente a un 37%, si las elecciones a canciller se celebraran por votación directa, según una encuesta publicada por el semanario Die Woche. Sin embargo, la decisión sobre el candidato de la CDU se tomará en 2002 y, hasta entonces, este partido tendrá que hacer un enorme trabajo de renovación ideológica, organizativa y de personal si quiere superar la era Kohl.Mientras tanto, el SPD, eje de la coalición gubernamental, está haciéndose un hueco cada vez más amplio en el espacio de centro donde compite con su gran rival. Sin querer, Friedrich Merz, el nuevo jefe del grupo parlamentario de la CDU, de 44 años, ha confirmado la sólida posición de los socialdemócratas, al quejarse torpemente del apoyo que los empresarios prestan al Gobierno y su programa de reformas.

A raíz de la designación de Ruprecht Polenz, de 53 años, como secretario general de la CDU (a confirmar por el congreso de Essen), los analistas se preguntan si Merkel será capaz de integrar en la nueva directiva el amplio espectro de corrientes políticas de la CDU. Y si podrá evitar que los órganos de dirección se conviertan en un club de frustrados, miembros de la generación intermedia (entre 50 y 60 años) que ha sido la gran perdedora de la crisis.

Polenz, un jurista procedente de Renania del Norte-Westfalia, tiene amplia experiencia en política exterior y de Defensa, temas que no son el punto fuerte de la presidenta. Sin embargo, como Merkel, Polenz pertenece al ala liberal del partido. El nuevo tesorero, Ulrich Cartellieri, nacido en 1937, ingresó en la CDU el pasado viernes y es un ejecutivo del Deutsche Bank, con amplia experiencia de trabajo en EEUU.