Las claves del buen comer

Eva tiene 25 años. Mide 1,69 metros, pesa 64 kilos y lleva una vida más o menos sedentaria. Cada día gasta 1.900 kilocalorías, la misma cantidad de energía que tiene que consumir para mantener un peso acorde a su condición física. Hasta ayer, Eva desconocía ese dato. Lo supo gracias a un programa informático que manejan un grupo de expertas en dietética. Ellas han puesto en marcha el Taller de los Sentidos, la novedad en la XIV edición del Salón Internacional del Club de Gourmets, (organizado por el Grupo Gourmets) que se lleva a cabo en la Casa de Campo hasta el próximo lunes.Por 1.000 pesetas los adultos y 500 los niños y pensionistas, los visitantes pueden sumergirse en el túnel de los alimentos en el Pabellón de la Pipa. Se trata de explicar de forma amena y sencilla las claves del buen comer. "La idea es mostrarle a la gente los argumentos científicos que se deben aplicar en la vida diaria a la hora de consumir alimentos", dice María Martínez-Ferrando, una de las encargadas del taller. Así, es posible saber que la vieja creencia de que la patata engorda no es cierta. O también, que el temible alcohol es bueno, pero siempre en pequeñas dosis. Para las mujeres, dice María Garriga, otra de las dietistas, "se aconsejan dos vasos diarios de vino, y para los hombres, cuatro".

En el túnel igualmente se puede apreciar la rueda de los alimentos, un método que explica los aportes de proteínas, grasas e hidratos de carbono que tiene cada grupo alimenticio.

Al final del pasadizo, las dietistas atienden a los visitantes y les ayudan a descifrar su gasto energético, gracias al cual se puede comenzar a llevar una dieta más sana. El taller se complementa con una guía visual de los alimentos y la cantidad de calorías que contienen.

Unos pasos al fondo, el Taller de los Sentidos se convierte en una enorme plaza donde se confunden olores y sabores. Por un mínimo de 1.500 pesetas se pueden degustar los mejores vinos, quesos y tapas españolas, así como una gran variedad de platos de distintas regiones.

En el puesto de los quesos, José Luis Martín explicaba ayer el que sin duda se convertirá en el queso estrella de la muestra: el Montenebro. El origen de este producto es el valle del Tiétar, al sur de Ávila. "Es un queso blando, el que más nos piden, aunque no es muy conocido entre el público", contó José Luis. En total, son 80 variedades de queso de las que podrán disfrutar los visitantes. Y si de tapas se trata, el bar Juanito, de Jerez de la Frontera, ha traído lo mejor de la cocina andaluza. Este local está abierto al público desde 1943. Su plato especial, las alcachofas, recibió el premio nacional de tapas en 1992. Pero hay más: berza jerezana (guiso con garbanzo y chorizo) y la tagarnina, una planta silvestre propia de Andalucía que se hace guisada.