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BIOLOGÍA Anfibios Un sapillo nuevo exclusivo de la Península

Un sapillo, un pequeño anfibio de unos cuatro centímetros de longitud y desconocido hasta la fecha, ha entrado a formar parte de la reducida familia de estos animales, que estaba integrada hasta ahora por sólo dos especies. El tercer miembro es un nuevo vertebrado endémico de la península Ibérica, localizado en Andalucía por investigadores de la Unidad de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Ha sido bautizado como "sapillo moteado ibérico" y su certificado como nueva especie es su presentación en la revista estadounidense Herpetologica.

Fue el canto de los machos en celo de estos sapillos lo que alertó a Luis Javier Barbadillo y colaboradores, hace casi cinco años, durante una excursión de muestreo, acerca de lo que ha resultado ser una nueva especie. "Estábamos en el campo, en Córdoba, y oímos un canto muy diferente al de los sapillos moteados comunes, del norte de la Península, que conozco bien", recuerda este investigador de la UAM. Varios años de trabajo, de localización de la nueva especie y de estudio de la misma en Cádiz, Huelva, Sevilla, Granada y Córdoba, además de análisis genéticos y morfológicos, han permitido a Barbadillo y sus colaboradores describir la nueva especie.

Hasta ahora, la familia Pelodytidae estaba integrada únicamente por el sapillo moteado común y el sapillo moteado caucásico, el primero distribuido por la península Ibérica (Aragón, Levante, Cataluña, ambas mesetas, Navarra y La Rioja), Francia y una reducida zona de Italia; y el segundo, en el Cáucaso. El sapillo moteado ibérico es un interesante endemismo de la Península, también presente, probablemente, en Portugal y en el sur de Extremadura, afirman los investigadores, además de en Andalucía.

Frente a los centenares de especies que incluyen otras familias de anfibios, ésta es muy reducida (sólo tres especies vivas y algunas fósiles), por lo que el descubrimiento de un nuevo miembro es todo un acontecimiento.

"Hay muchos rasgos que diferencian al sapillo moteado ibérico del común, tanto en morfología como en comportamiento", explica Barbadillo. "Por ejemplo, el primero tiene la cabeza más corta, el hocico más redondeado y los miembros más cortos. En cuando al comportamiento, los machos en celo poseen un canto distinto. Además, en el sapo moteado común, los machos cantan muchas veces completamente sumergidos en el agua, algo que no hemos observado por el momento en el ibérico". Con respecto al tamaño, ambos son pequeños (cuatro a cinco centímetros) en comparación con el sapo común (puede superar los 20 centímetros).

Lo de moteado le viene al sapillo por las pequeñas verrugas de su piel que contrastan con el color de fondo amarillento, pardo o incluso verdoso, jaspeado o uniforme. "El sapillo moteado ibérico tiene hábitos bastante secretos y desconocidos ya que es un animal básicamente crepuscular y nocturno que, fuera de la época de reproducción, se ve difícilmente", dice Barbadillo. Y las épocas de reproducción varían, ya que dependen de la zona y de las lluvias. Así, mientras que el sapillo moteado común suele reproducirse de febrero a mayo en el norte de la Península, el ibérico lo puede hacer en otoño, invierno o primavera dependiendo de las lluvias. "Se desconocen todavía muchos aspectos de la nueva especie, como su longevidad, por ejemplo, aunque se sabe que se alimenta de lombrices, pequeñas babosas y diversos artrópodos", detalla el científico de la UAM, puntualizando que no se ha hecho aún un estudio exhaustivo de la biología de la nueva especie.

Aunque el sapillo moteado ibérico no puede considerarse en peligro de extinción, no escapa, comentan los investigadores, al proceso de declive generalizado que están sufriendo los anfibios en todo el planeta. Son animales muy sensibles a cualquier cambio del entorno y especialmente dependientes de los medios acuáticos; por ello, debido a la pérdida de hábitats, a las alteraciones en los regímenes de lluvias provocadas por el cambio climático, a la contaminación de las aguas y a otros factores añadidos, se están registrando extinciones de poblaciones e incluso de especies de anfibios a escala mundial.

El siguiente paso que plantea este equipo de investigadores es hacer estudios más profundos en Extremadura y Portugal. Especialmente interesantes, dicen, son las regiones de Murcia y de Andalucía oriental, que pueden ser zonas de contacto entre la especie conocida de sapillo moteado y la nueva. ¿Podrían cruzarse, existir híbridos de ambas? "Es poco probable, pero, si así fuera, los híbridos no serían fértiles, ya que las distancias géneticas que hemos calculado entre ambas especies son grandes", dice Barbadillo.

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