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La cúpula nacionalista rebate las críticas de Farreres

La dirección de Convergència Democràtica (CDC) mostró ayer su profundo desagrado por las declaraciones que realizó el pasado viernes Ignasi Farreres, presidente de Unió Democràtica (UDC), quien consideró que el escándalo de la presunta financiación irregular de su partido tiene como objetivo erosionar la imagen de Josep Antoni Duran Lleida, líder de la formación democristiana. "No deja de ser sospechoso este ataque en toda regla a un partido y a un líder que pueden ser muy útiles dentro del futuro de la coalición", afirmó el ex consejero de Trabajo de la Generalitat, el departamento que concede las subvenciones implicadas en este caso.La cúpula de CDC se sintió aludida por las palabras de Farreres y las interpretó como un ataque personal. "No las comparto ni las entiendo", dijo inicialmente el secreterio general de CDC, Pere Esteve, en la conferencia de prensa para informar de los acuerdos del consejo nacional del partido nacionalista. Esteve intentó minimizar después la postura de Farreres y descartó que se hubiera producido un nuevo frente de conflicto entre los dos socios de la coalición. Sin embargo, Duran Lleida aseguró la semana pasada que entre las empresas beneficiadas por el Departamento de Trabajo con fondos de formación ocupacional -desviados presuntamente para financiar a Unió- se encontraban no sólo firmas de militantes y simpatizantes democristianos sino también convergentes.

A pesar de las manifestaciones de los dos dirigentes de Unió, el secretario general de Convergència rompió una lanza a favor de sus socios de coalición. Para Esteve, Unió en todo este asunto ha adoptado una posición "firme y valiente" y añadió que la dirección de CDC está convencida de que no se ha producido ningún tipo de irregularidad en la concesión de las ayudas para el fomento de empleo y menos que se hayan desviado al aparato de Unió.

Varias empresas relacionadas con el partido que lidera Duran Lleida se beneficiaron de más de 13.800 millones de pesetas en subvenciones desde 1994 hasta 1999, lo que representa más del 11% de las ayudas que otorgó el Departamento de Trabajo en ese periodo para la formación de parados.

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