Mercè Roca recrea en 'Delitos de amor' la psicología de un pederasta
Delitos de amor (Planeta), la novela con la que Mercè Roca (Portbou, Girona, 1958) ganó la última edición del Premio Ramón Llull, recrea la atmósfera enferma de soledad de un pederasta. Roca explicó ayer al presentar el libro que nunca sabe cómo germina lo que luego se convierte en una ficción literaria. Pero ella empezó por recortar noticias de periódicos sobre pederastas. Luego investigó tratados de psicología y sexualidad. Y con todo ello construyó un personaje. Un tipo sibarita y perfeccionista en su trabajo, un triunfador social, divorciado, industrial zapatero, que se fascina de igual modo por la piel de los zapatos de lujo que por la piel de niñas. Una pulsión que vive trágicamente en silencio.
"Mi personaje podría ser un compañero de trabajo, alguien que ves con toda normalidad todos los días. La contradicción de ese personaje me parece literariamente muy rica: que en un momento inspira piedad y en otro la víctima se convierte en verdugo", señaló ayer la escritora, que cuenta en su currículo con unos cuantos premios, como el Sant Jordi, 1992, con Cames de Seda, y el Josep Pla en 1986, con El present que m'acull. Distinciones que ella contempla con distancia: "Vistos en un papel todos juntos, parecen muchos premios, pero son el resultado del trabajo de muchos años".
