Chaves quiere que miembros de la ejecutiva sigan en sus puestos "a disposición" de la gestora
El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, trata de convencer a los secretarios regionales de que acepten la permanencia en sus puestos de algunos miembros de la comisión permanente del PSOE, es decir del núcleo de dirección, que estarán a disposición de la gestora que surja del comité federal del próximo miércoles. La propuesta choca con la prevención de algunos líderes territoriales de que la permanente trate de condicionar la preparación del congreso de julio, que tendrá que elegir a un nuevo secretario general. El sector guerrista ha pedido a Chaves participar en la negociación.
La fase de tanteo continúa en el PSOE sin que exista todavía una reunión formal que tendrá que convocar el secretario general de los socialistas andaluces, Manuel Chaves, en la víspera del comité federal del miércoles. De momento, las conversaciones siguen siendo telefónicas y no hay últimas palabras ni propuestas concretas. Menos aún, nombres para componer esa gestora.Los secretarios regionales consultados aseguran que el líder andaluz, al que reconocen como interlocutor por ser el máximo representante de la federación más importante del PSOE, ofrece una propuesta para dirigir la transición del partido hasta el congreso del mes de julio que puede chocar con un rechazo no desdeñable en el comité federal del próximo miércoles.
Se trataría de que algunos miembros de la ejecutiva, y en concreto de la comisión permanente, se mantengan en sus puestos "como apoyo" a la gestora que se configure. La tesis de Chaves, según sus interlocutores, es que no hay razón para "hacer saltos en el vacío" cuando sin violentar los estatutos del partido los responsables de las áreas pueden quedarse en sus puestos y prestar toda la asistencia técnica necesaria a los miembros de la gestora y "siempre a su disposición".
Si los secretarios regionales aceptan este criterio, hoy todavía en el aire, los miembros de la gestora podrían ser personas del partido con reconocimiento en la organización, tales como algunos presidentes autonómicos, alcaldes y otros militantes con menos perfil institucional que pudieran realizar el trabajo ordinario y la preparación del congreso "con la ayuda" de los miembros de la permanente.
Amplio acuerdo
Los críticos a este modelo objetan que pudiera darse la impresión de que la ejecutiva sigue dirigiendo la vida del partido y preparando el congreso al no creer que la gestora pueda "mandar" sobre los experimentados miembros de la ejecutiva. Con toda claridad los llamados guerristas se oponen a que coexistan estos dos órganos, así como a que miembros de la dirección formen parte de la gestora. En todo caso propugnan un amplio acuerdo en el partido y, por tanto, que se tenga en cuenta la opinión de todos los sectores para elegir la gestora.
Así se lo ha expuesto el presidente de los socialistas vascos, Txiki Benegas, a Manuel Chaves, tras la reunión que mantuvieron anteayer en Sevilla distintos dirigentes de ese sector con el exvicesecretario general Alfonso Guerra.
A la reunión asistieron el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; la concejala madrileña Matilde Fernández; el diputado madrileño José Acosta; el secretario general adjunto del Grupo Socialista, Francisco Fernández Marugán; el socialista vallisoletano Tomás Rodríguez Bolaños y el propio Benegas. Estos dos últimos fueron designados por sus compañeros para llevar la interlocución con todos los sectores del partido. Ya lo han hecho con miembros del sector mayoritario y con Felipe González.
La propuesta de los guerristas, y así se la han trasladado a Chaves, es la de que las consultas no se dirijan sólo a los secretarios regionales sino que se tenga en cuenta la pluralidad del partido. Este grupo insiste en que la negociación tiene como objetivo que el comité federal sea pacífico y que el partido salga unido al elegir una gestora con el beneplácito y sin fisuras de ese órgano de dirección.
Los guerristas plantean que la gestora la formen personas que no hayan estado inmersas en las luchas del partido. Al igual que Chaves, tampoco dan nombres. Pero apuestan porque ya en el Congreso se elija al secretario general pero no al candidato a la presidencia del Gobierno y tampoco que se apruebe la definición del proyecto socialista para los próximos cuatro años. Esta tarea requiere mucha más calma y más tiempo que los cuatro meses que faltan para el congreso. Por último, el guerrismo aboga por el mantenimiento de la dirección del Grupo Parlamentario, incluido su presidente, Joaquín Almunia, y el portavoz, Luis Martínez Noval, y que sea este último el que afronte la investidura del presidente del Gobierno.
El ala izquierda se coordina
Las familias del PSOE han vuelto a la situación del proceso de elección de primarias y, por tanto, se configura un ala izquierda como bloque frente al núcleo dirigente. Esto es una evidencia a la luz de los movimientos de unos y de otros. El portavoz de Izquierda Socialista, Manuel de la Rocha, asegura que "se está produciendo la coordinación de numerosos miembros del comité federal para tener una posición fijada en la reunión del miércoles".
El objetivo de esta "coordinación" es "evitar que la gestora sea una continuación de la ejecutiva federal y de su núcleo duro, es decir, de la permanente". "Aplaudimos la decisión de Joaquín Almunia", continúa De la Rocha, "de presentar su dimisión irrevocable y lo mismo deben hacer los demás".
Izquierda Socialista se fija especialmente en la Secretaría de Organización y en su titular, Ciprià Ciscar, para afirmar que "muchos miembros del comité federal no desean que el secretario de Organización continúe porque,entre otras cosas, ha sido el responsable de la campaña electoral".
El ala izquierda del PSOE precisa que para el inmediato futuro quizá "no todos los miembros de la ejecutiva" están inhabilitados y que puede haber alguno de sus miembros que realice un buen papel en el grupo parlamentario.En concreto, señalan a Ramón Jáuregui.
La petición concreta de Izquierda Socialista es la de tener representación en la gestora que debe ser "reflejo de la pluralidad del partido". En este punto es en el que coinciden tanto con guerristas como con los llamados borrellistas.
La relación de Izquierda Socialista con la ejecutiva saliente empezó de la mejor forma posible ya que por primera vez en muchos congresos votaron a favor del secretario general elegido, es decir, de Joaquín Almunia. Su percepción es que todo cambió para ellos cuando apoyaron a Borrell frente a Almunia en las primarias y vieron que iban siendo excluidos de todos los puestos de representación. El último agravio lo sitúan en la colocación de su portavoz federal, Antonio García Santesmases, en un puesto de la lista al Congreso por Madrid de imposible salida, lo que provocó su renuncia a figurar en la candidatura.
Los miembros de esta corriente reconocen que tienen conversaciones muy fluidas con los seguidores de José Borrell, ya que les une el objetivo de ser escuchados para la formación de la gestora y para el posterior proceso congresual. Si el sector mayoritiario no les escucha, su voz será muy crítica en el comité federal del miércoles.
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