"Veo en Bono un buen candidato a secretario general del PSOE"
Joaquín Leguina, diputado electo por Madrid y secretario de Cultura en la ejecutiva federal del PSOE hasta el pasado lunes, tiene claro que la derrota electoral de su partido exige una respuesta con la mirada puesta en la sociedad y no en peleas internas por el poder. Desde esa perspectiva, ve en José Bono un buen candidato a secretario general y líder electoral.Pregunta. ¿Usted es de los que piensan que el PSOE tiene que hacer una transición fundamentalmente ordenada o de los que no ve inconveniente en dar rienda suelta a la catarsis?
Respuesta. De rienda suelta para los demonios no quiero saber nada. Hay que hacer una transición razonable y ordenada.
P. ¿Joaquín Almunia ha acertado o se ha equivocado al irse sin esperar al congreso federal de dentro de cuatro meses?
R. Almunia sigue teniendo mi aprecio intelectual y mi cariño personal. Creo que se ha equivocado, pero ese asunto no es trascendente. Se ha equivocado porque no ha tenido en cuenta un axioma que funciona en política: todo vacío se llena de mierda.
P. Su marcha, que es la de alguien en quien Felipe González había confiado como heredero, ¿arrastra a una generación, o renovación no es sinónimo de ser menor de 40 años?
R. Ya decía Brassens: "Le temps ne fait rien a l'affaire [la edad no tiene nada que ver con el asunto]". Creo, no obstante, que hay que facilitar la llegada de gente más joven, por una cuestión de superviviencia demográfica e intelectual, pero soy absolutamente contrario a las jubilaciones anticipadas en la vida social porque son injustas y, como casi todas las injusticias, despilfarradoras. Tirar por la borda las experiencias y los talentos de algunas gentes por el mero hecho de tener 50 años me parece suicida.
P. La gestora que designe el Comité Federal ¿debe ser germen de la ejecutiva que elija el congreso del PSOE?
R. No. En todo caso, la ejecutiva que elija el congreso federal tendrá que ser un equipo firme y dispuesto a apoyar sin fisuras al nuevo secretario general.
P. Usted ha dicho en estos días que no hacen falta ocurrencias, sino ideas. Pero, dicho eso, ¿qué ideas se le ocurren?
R. Se me ocurren unas cuantas. Por ejemplo, ¿alguien se ha dado cuenta de los millones de personas que hoy son autónomos, económicamente, y ha pensado en cómo montar un sistema de Seguridad Social potente que sirva de colchón a esas personas, de las cuales depende en buena parte el futuro de la economía? ¿Alguien ha pensado en qué ofrecer, más allá de palmaditas en la espalda, a los miles de jóvenes universitarios, muchos de ellos desmoralizados ante el panorama? ¿Alguien ha pensado en serio cómo solucionar los angustiosos problemas que produce en las familias el tener un anciano que entra en un deterioro físico o mental irreversible? ¿Alguien ha pensado que esto del capitalismo no es la panacea? ¿No es necesario preparar un futuro con más seguridades para todos...?
P. Ustedes acaban de tener una oportunidad para ofrecer respuestas a esas preguntas y soluciones a esos problemas.
R. De las cosas que acabo de decir el 80% estaban en nuestro programa electoral.
P. ¿Y qué ha ocurrido para que no hayan merecido la confianza de la mayoría?
R. Que ha sido imposible transmitir el programa, por defectos nuestros o del sistema electoral que tenemos.
P. Desde luego, sí transmitieron con nitidez que una nueva victoria del PP supondría consolidar en el poder a una oligarquía amiga de José María Aznar "dispuesta a quedarse con todo", y los votantes no han confiado más en ustedes, sino menos.
R. Muchos de esos votantes, que quizá han considerado que lo que decíamos era propaganda electoral, se irán dando cuenta, tal vez tarde, de que decíamos la verdad. Ganar las elecciones no significa tener la razón, significa tener la confianza de los votantes.
P. ¿Es asumible que el líder electoral del PSOE no esté sentado en el Congreso?
R. Sí, perfectamente. Ya se sentará en otros sitios. En el Parlamento, con mayoría absoluta, nos van a ningunear; en la calle nos van a ningunear menos.
P. ¿El próximo secretario general debería ser a la vez candidato a la presidencia del Gobierno?
R. Creo que sí, por el método que sea. Si quiere hacer primarias, que lo ponga primero en los estatutos y luego que las gane.
P. ¿Ve en José Bono un buen candidato a secretario general?
R. ¡Sí!
P. Felipe González vio pasar ocho años desde que fue elegido secretario general hasta que ganó la elección para presidente del Gobierno. Aznar tardó siete años en recorrer ese mismo trayecto. ¿Cree que ustedes lo harán ahora en menos tiempo?
R. Ante todo, ¡no compare usted, por favor! Yo creo, con razones, que sí podemos conseguir ganar las elecciones en un plazo mucho más corto. Nosotros no hemos perdido muchos votos a favor del PP. Hemos perdido muchos votos a favor de la abstención. Ni siquiera hay mucha diferencia en cuanto al apoyo de los jóvenes. Según encuestas poselectorales, unos 500.000 nuevos votantes han apoyado al PP y unos 450.000 al PSOE. Esta victoria del PP, esta derrota del PSOE, es reversible a corto plazo si salimos de la endogamia, de las ocurrencias y de algunas estupideces.
P. Hablar de refundación del PSOE ¿le parece desacertado?
R. Me parece un insulto para la inteligencia, para nuestros viejos militantes y para Pablo Iglesias.
P. Almunia, cuando fue elegido candidato a presidente, pidió a todo el PSOE que recuperase el espíritu con que afrontó las elecciones de 1982. Pero quizá la España de hoy se parece poco a aquélla, ¿no?
R. Tiene bastante que ver. Lo que pasa es que ha resuelto algunos de los graves problemas que tenía entonces, como el de la entrada en la Comunidad Europea. La España de hoy no sólo tiene que ver con la de 1982, sino con la de 1882.
P. ¿Con qué se queda de lo que ha dicho Aznar: con lo de que "vamos a gobernar de forma centrista, reformista y dialogante" o con el añadido de "como lo hemos hecho hasta ahora"?
R. Eso lo dice un presidente del Gobierno que se ha negado a recibir a los presidentes de comunidades autónomas que no le son obsecuentes. De las cosas que hay en el corazón y en la mente de las personas se pueden fomentar las buenas y reprimir las malas. Pero, con el paso del tiempo y con el regusto que debe de tener, por dentro, de hombre triunfador se cambia peor. Me temo que vamos a ver a Aznar subido en la peana.
P. ¿Qué recomienda a sus compañeros en este momento?
R. Lo más recomendable para todos, y por tanto me incluyo, es no utilizar la derrota electoral como arma de pelea interna. Lo que los resultados reclaman es una respuesta hacia la sociedad.
P. Y a sí mismo ¿qué se recomienda?
R. Tranquilidad y buenos alimentos.
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