La Comunidad de Madrid descarta acoger la colección Capa de esculturas a partir de 2003

La permanencia de las esculturas de la Fundación Capa en Alicante no peligra en absoluto, según aclaró ayer Carlos Bastán, director general de Archivos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid. Según Bastán, no se han iniciado negociaciones para que la colección regrese a la localidad madrileña de Arganda del Rey, donde Capa tiene su fundición. Esto echa tierra sobre las especulaciones en este sentido de las últimas semanas. Las esculturas deben exponerse en Alicante hasta 2003, en virtud del convenio firmado entre los Capa, Ayuntamiento y Generalitat.

Aunque la permanencia en Alicante de las piezas escultóricas que integran la colección Capa estaba, y está, asegurada hasta el año 2003, salvo incumplimiento de contrato por alguna de las partes, fue la propia familia la que desató las especulaciones al comentar la posibilidad de crear antes de esa fecha una subsede de la Fundación Capa en la madrileña localidad de Arganda del Rey. La idea consistía en dar cobertura de exposición pública al mayor número de obras posible, dado que el castillo de Santa Bárbara, sede de la Fundación, es insuficiente para acoger una distribución idónea de las más de 500 piezas que integran la colección.La Comunidad de Madrid, sin embargo, negó ayer que haya iniciado negociaciones con la familia Capa o con el alcalde de Arganda del Rey, Pedro Díez, para que la colección se instale en la localidad madrileña a partir del año 2003, cuando finalicen los cinco años de contrato firmados con el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat Valenciana. Carlos Bastán, director general de Archivos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, aseguró a este periódico que el propietario de la colección "nunca" se ha puesto en contacto con su departamento para instalar, en un nuevo museo que se construiría en Arganda, las obras que ahora se exponen en la fortaleza de Santa Bárbara.

Tampoco reconoce Carlos Bastán la existencia de negociaciones de la Administración autonómica de la que forma parte con el Ayuntamiento de Arganda. El director general explicó que la colección Capa sólo apareció "como tema colateral" en una reunión con el alcalde para negociar una nueva biblioteca para la localidad, "sin ni siquiera estudiar su instalación en Arganda". "En aquella reunión", añadió, "sólo se valoró la calidad de las esculturas incluidas en la colección".

Pedro Díez, por su parte, sí apuesta de forma decidida por que la colección finalmente "vuelva al lugar del que no debió salir nunca", que no es otro que Arganda del Rey. El alcalde está "dispuesto" a respetar los compromisos adquiridos entre la Fundación Capa, el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat Valenciana, pero cuando finalice el contrato "si la Comunidad de Madrid no quiere saber nada, la colección se la trae el Ayuntamiento argandeño", declaró contundente.

Díez no quiere entrar en la polémica suscitada en el Ayuntamiento de Alicante entre el equipo de gobierno y los grupos políticos de la oposición. Afirma que "son sus guerras".

El primer edil de Alicante, Luis Díaz Alperi, se muestra también tajante al asegurar que la muestra permanecerá en la ciudad al menos hasta 2003. "La mejor garantía, el aval más importante que tenemos", dijo en el último debate plenario, "son las propias piezas, instaladas en locales municipales, que no saldrán de allí hasta que finalice el contrato".

Las cuentas, en junio

Por otra parte, la fundación Capa, creada en 1998, emitió un comunicado en el que asegura

que su transparencia y funcionamiento "se adecúa a la legislación vigente y a las cuentas anuales, una vez aprobadas por el Patronato de la Fundación".

Esas cuentas, en lo que se refiere al ejercicio de 1999, no se conocerán hasta el mes de junio, lo que motiva a los socialistas de Alicante a rechazar la invitación del PP de formar parte de la Fundación. "No entraremos hasta que se aclaren puntos oscuros, como el funcionamiento interno y el cumplimiento estricto de la Ley de Propiedad Intelectual", señaló ayer la edil Carmen Sánchez. El PSPV quiere conocer con detalle el destino de los fondos públicos y las actividades que generan.