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Aznar demora su investidura para recabar el apoyo nacionalista de CiU y Coalición Canaria

Javier Casqueiro

José María Aznar reclamó ayer a su partido "alegría, humildad y seriedad" para "estar a la altura de las circunstancias" y del "triunfo histórico" logrado por el PP en las elecciones generales. También demandó "tranquilidad" para conocer su futuro Gobierno y adelantó que el debate de su investidura quiere hacerlo después de Semana Santa, que termina el domingo 23 de abril. Aznar demora unos días la constitución de su Ejecutivo para dar tiempo a recabar el apoyo de sus socios nacionalistas moderados, espacio en el que el PP sólo sitúa ahora a CiU y Coalición Canaria, pero no al PNV.

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Aznar, que desde ayer es presidente del Gobierno en funciones hasta la toma de posesión de su nuevo Ejecutivo tras publicarse en el Boletín Oficial del Estado sendos reales decretos donde figuran su cese y el de sus ministros, recordó ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP la amarga noche de la victoria de marzo de 1996. Y lo hizo para subrayar de nuevo que aquella fría madrugada, en la que se le heló el rostro por el escaso margen de votos que recabó sobre el PSOE, se había empezado a sembrar la generosa victoria del domingo con una amplia mayoría absoluta. Aznar hizo ese preámbulo para reclamar de sus principales dirigentes y de sus bases "alegría, humildad y seriedad" para "saber administrar" un triunfo que calificó de "histórico" y "para demostrar quiénes somos" y que "estamos a la altura de las circunstancias".Y fue en ese contexto cuando aseguró que se iban a equivocar aquellos que vaticinan ahora que él, ante semejante éxito, podría cambiar de actitud, de talante, de estilo o también, bromeó, incluso de carisma. Porque Aznar debía encontrarse ayer de buen humor, ya que introdujo en su charla ante la cúpula del partido varios comentarios sarcásticos.

Por ejemplo, cuando presumió, al constatar las caras de felicidad de los presentes, de haber acertado plenamente al no haber caído en la tentación de precipitar la fecha de las elecciones como le plantearon en su día algunos de sus más allegados colaboradores. Y añadió una de esas frases que tiene acuñadas para los capítulos históricos que cree estar atravesando: "El éxito no es patrimonio de los impacientes". Con ese estado de ánimo, Aznar recomendó también "tranquilidad" para conocer el perfil de su futuro Gobierno.

Fue así como comentó que el debate de investidura quiere hacerlo después de las vacaciones de Semana Santa y no antes, como podría, si cumplen a toda prisa todos los trámites reglamentarios. Fuentes del PP y de La Moncloa aportaron ayer tres explicaciones a esa decisión. Por un lado que "quiere tomarse con calma" la confección de su nuevo Ejecutivo, cuyas primeras quinielas han empezado a aparecer sin apenas dato alguno fiable. También recalcaron las mismas fuentes que a Aznar le gusta que se respeten las formas en todo y más si cabe en el desarrollo de una serie de plazos que oficialmente no dependen de él.

La única fecha inamovible es la constitución del Congreso el próximo 5 de abril, pero, a partir de ahí, las posibilidades se abren, porque hay que contar con la agenda del Rey al establecer consultas con todos los partidos y con la futura Mesa de la Cámara.

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Fuentes cercanas a Aznar confesaron ayer, además, que de esa forma se concede más tiempo a los negociadores de su partido (Mariano Rajoy y Javier Arenas) que ya han comenzado a tomar "contactos de cortesía" con sus hasta ahora socios nacionalistas de centro moderado, espacio político en el que ahora sólo sitúan a CiU y a Coalición Canaria.

Rajoy y Arenas no descartaron ayer que esos aliados puedan apoyarles en la sesión de investidura, aunque no serían necesarios. Sí renunciaron a contar con los siete diputados del PNV mientras esa formación no prescinda de sus posiciones radicales y abandone el Pacto de Estella.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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