El PP se queda a apenas 24.000 votos del triunfo. El Partido Popular vence por vez primera en unas elecciones en las tres capitales vascas
El PNV mantuvo ayer su condición de primera fuerza política en Euskadi e incluso ganó unos 30.000 votos con respecto a las elecciones generales de hace cuatro años, pero si un partido se puede considerar vencedor moral de la jornada de urnas de ayer ése es el Partido Popular, que experimenta el mayor avance y se consolida como segunda fuerza política de la comunidad, a apenas 24.112 votos de los peneuvistas cuando estaba escrutado el 98,61%. Nunca en unas elecciones al Congreso los populares habían disfrutado de tan privilegiada posición.La ventaja del PNV sobre los populares quedó limitada a esos menos de 25.000 votos, frente a los 85.000 que les separaron hace cuatro años. El PP igualó en número de escaños al PNV, siete, y dejaron descolgado al PSE-EE, con cuatro. Los dos grandes partidos de ámbito estatal prácticamente han intercambiado sus resultados con respecto a las anteriores elecciones generales.
El PSE-EE resultó ayer desplazado a la condición de tercera fuerza política en Euskadi, víctima del fuerte enfrentamiento entre el nacionalismo y el Partido Popular. La pérdida porcentual en la representación socialista se sitúa en apenas un punto sobre las elecciones de 1996, pero su traducción en un diputado y cuatro senadores menos la convierten en un retroceso serio. Máxime cuando la vara de medir es el contundente avance del PP, que pasa de 5 a 7 escaños en el Congreso y de 3 a 5 senadores en la Cámara Alta, y el crecimiento y avance en escaños del PNV.
En todo caso, los polos de la confrontación en esta campaña electoral, con EH optando por la abstención, han logrado mantener movilizado a su electorado y han atraído a nuevos votantes. La diferencia entre nacionalistas y no nacionalistas, materializada en 90.000 votos de diferencia a favor de éstos últimos en las elecciones generales de 1996, se convierte ahora, con la incomparecencia de EH, en una brecha de más de 220.000. Más o menos, la misma distancia por la que la derecha -sumados PNV y PP- aventaja a la izquierda, incluidos en ésta última PSE-EE, Izquierda Unida y EA.
El PP se hizo con la victoria en las tres capitales vascas y en Vitoria la candidatura al Congreso encabezada por el actual alcalde, Alfonso Alonso, obtuvo la mitad de todos los votos emitidos. Ni el PSE ni el PNV pudieron mantener sus posiciones en San Sebastián y Bilbao, ciudades que gobiernan respectivamente.
El supuesto castigo al nacionalismo por su abandono del pragmatismo y su apuesta por la vía soberanista y del pacto con los radicales no ha existido, salvo que haya recaído en la piel de EA, que perdió 20.000 votos, aunque conserva lo importante: su representación en el Congreso, con el mismo escaño guipuzcoano que tenía.
IU-EB se queda sin presencia en Madrid y sus votantes optaron claramente por no acudir a los colegios electorales, ya que los cerca de 50.000 votos perdidos por esta formación no se tradujeron tampoco en apoyo alguno al socialismo. El acuerdo PSE-IU, formalizado únicamente en Álava, ha resultado absolutamente baldío.
El PP cimentó de nuevo su éxito en las urnas vascas en su atracción sobre el electorado de las zonas más pobladas. Por primera vez, la formación de José María Aznar vence en unos comicios en las tres capitales vascas. Pero donde su éxito es particularmente destacable es en Bilbao, tradicional reducto peneuvista. En la ciudad en que nació el PNV, la lista encabezada por el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, la bestia negra de los peneuvistas en los últimos tiempos, obtenía (con el 98,45% escrutado) casi seis mil votos y cerca de tres puntos porcentuales más que sus rivales, encabezados por el portavoz del grupo vasco en el Congreso, Iñaki Anasagasti. Los más de 69.000 votos obtenidos por los populares suponen cerca de 15.000 más que en los comicios de hace cuatro años y unos 12.000 más que en su mejor registro obtenido hasta ahora, el de las autonómicas últimas.
En San Sebastián, los populares revalidaban un primer puesto que vienen obteniendo en las últimas llamadas a las urnas. Con el 98,10% escrutado sus listas se iban hasta los 30.619 votos (un 32,43%) frente a 21.643 de los socialistas y 19.188 del PNV. Hasta el momento, el mejor resultado que los conservadores habían obtenido en unos comicios en la capital donostiarra eran los 27.229 sufragios logrados en las autonómicas de 1998.
En Vitoria, con una altísima participación, de casi el 72%, el PP se elevó por encima de los 53.000 votos (un 40,90%) desde los 38.847 (31,24 %) que obtuvo en las municipales de junio del año pasado. El PSE-EE ha crecido desde 21.000 a 31.000 sufragios, mientras el PNV ha perdido 6.000 votos y desciende a un porcentaje del 16,84 de los votos emitidos.
Incluso en la Margen Izquierda, el saco de votos habitual de los socialistas en el País Vasco, los populares le arañaron el electorado hasta situarse en su nuca. El PP quedó en segunda posición tras los socialistas en Barakaldo, Portugalete, Santurtzi y Sestao. También en Irún, otro de los recintos habituales del voto socialista, el PP (9.577 votos) mordió los talones del PSE, que se quedó en 9.830 votos.
En términos generales, el PP se quedó con más de la cuarta parte de los votos en cada una de las tres circunscripciones vascas y en el caso de Álava, donde su dominio empieza a sonar a hegemonía, se fue hasta más del 39% de los sufragios. Incluso en Ermua, un pueblo que el PSE había conseguido ligar a su política en los últimos tiempos, los populares se hicieron con el primer puesto.
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