La liberalización de Felipe González
Las manos a la cabeza se han llevado algunos de mis compañeros cuando escucharon hace unos días a Felipe González pronunciarse a favor de la liberalización y en contra de la nacionalización en lo que al mundo empresarial se refiere. Y los entiendo porque todavía en sus carnets del partido reza: "El PSOE declara que tiene por aspiración: ...la transformación de la propiedad individual o corporativa de los instrumentos de trabajo en propiedad colectiva, social o común. Entendemos por instrumentos de trabajo, la tierra, las minas, los transportes, las fábricas, máquinas, capital, moneda, etcétera".Los entiendo porque pertenecen a ese colectivo de gentes luchadoras que han tenido siempre escritos en sus cuadernos diarios de trabajo los principios de igualdad y solidaridad y los que hoy nos llamamos progresistas somos herederos de su constante conducta luchadora frente a las clases opresoras. Por eso me resulta muy complicado hacerles comprender por qué el compañero Felipe dice esas cosas en las puertas del siglo XXI.
Y lo primero que hago es manifestarles que si un día fuimos los primeros en tomar las armas a la hora de luchar por las libertades y hoy somos los primeros en comprender lo que necesita ese mismo país de nosotros. El socialista hoy tiene que comprender que su trabajo útil reside en aprovechar la rentabilidad social que se ofrece desde lo económico. Que todavía hay mucha lucha social que llevar a cabo. Que el paso del tiempo nos ha llevado a comprender que la guerra contra la injusticia y la desigualdad hay que ganársela al capital en su propio campo de batalla. Y estamos preparados para hacerlo porque hemos tenido oportunidad de conocer precisamente sus rancios estilos de maniobra. Que la actual izquierda progresista no prepara su lucha desde viejos posicionamientos doctrinales sino desde la observación de las necesidades reales de nuestra sociedad y eso nos obliga al abandono de obsoletos instrumentos de confrontación para tomar las nuevas tecnologías del progreso social.
Por eso, compañero, Felipe dice sí a la liberalización. Pero no te enojes porque su liberalización no tiene que ver en absoluto con la de Aznar.- Francisco Bizcocho Rodríguez de Quesada.Tomares (Sevilla).
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