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Reportaje:

Aprovechar lo que nadie quiere

Los procesos industriales que trasforman las materias primas en productos finales de consumo generan cantidades ingentes de residuos. En la mayoría de los casos, estos desechos acaban directamente en los vertederos. La conciencia ecológica es cada vez mayor en los ciudadanos, que reclaman tecnologías más limpias y con un aprovechamiento máximo de los recursos disponibles.Los científicos del Departamento de Ingeniería Química de la UPV investigan la manera de recuperar los componentes químicos de desecho para transformarlos en otros productos reutilizables o bien como combustible.En este último caso trabaja el profesor José María Arandes, que trata de conseguir que las refinerías aprovechen los materiales plásticos de desecho al igual que el resto de la materia prima utilizada en la producción de combustibles. De esta forma, los residuos plásticos ya no serían una basura inutilizable.

El grupo dirigido por este científico ha desarrollado en su laboratorio un simulador que opera en condiciones similares que los equipos de las refinerías, las llamadas unidades FCC. Se trata de un sistema de craqueo catalítico que se abastece de los desechos plásticos, descompuestos mediante su tratamiento por pirolisis, es decir, sometidos a altas temperaturas. La versatilidad de esta técnica permite además la posibilidad de usar diferentes estrategias. Así, otra de las maneras en las que podría funcionar sería diluyendo directamente los residuos en la corriente habitual que se procesa en las refinerías.

La idea consiste en desarrollar esta tecnología con el menor coste e impacto posible, de manera que las unidades industriales de las refinerías puedan funcionar también con las características propias de los desechos plásticos y puedan así producir gasolina de suficiente calidad. Se trata del llamado reciclaje terciario, que en otros casos permite, por ejemplo, transformar el aceite usado de los automóviles en combustible para producir energía eléctrica.

El trabajo de este departamento de la UPV no se limita al campo de los plásticos. Desechos como el serrín, la corteza de los árboles o los neumáticos usados son la materia de otras investigaciones del grupo. Las características propias de cada tipo de residuo, con texturas irregulares que dificultan su tratamiento, y los efectos que se pretenden conseguir, obligan a utilizar diferentes técnicas para su aprovechamiento, fundamentalmente mediante procesos térmicos de pirolisis y catalíticos.

Las posibilidades en la investigación de este tipo de tecnologías son enormes. De hecho, los científicos de este departamento, compuesto por 10 profesores y 16 becarios, que cuentan con un presupuesto anual de unos 60 millones de pesetas, han conseguido dos patentes de sistemas que utilizan como combustible serrín y cortezas. Uno de ellos ya está siendo empleado en varias serrerías y papeleras del País Vasco. El profesor Martín Olazar está trabajando además para que dicho sistema se pueda utilizar también en Babcock & Wilcox.

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