El Parlamento israelí pone un obstáculo insalvable al acuerdo de paz con Siria

El Parlamento de Israel lanzó ayer un torpedo contra el proceso de paz al impulsar un proyecto de ley que establece que la paz con Siria deberá ser ratificada en un "referéndum especial". La aprobación supone una seria amenaza para los proyectos de pacificación del primer ministro, Ehud Barak, pero además ha significado ya un importante descalabro para la coalición laborista, ya que tres partidos que forman parte del Gobierno apoyaron la propuesta.

La derecha Likud, opuesta al proceso de paz, logró ayer en el Parlamento de Jerusalén una importantre victoria al conseguir (por 60 votos a favor, 53 en contra y una abstención) la aprobación de un proyecto de ley, con el que se trata de establecer que si se llegara a un acuerdo de paz con Siria y se pactara la devolución de los Altos del Golán, éste tenga que ser ratificado por la población con un "referéndum especial" en el que se requerirá la mayoría del cuerpo electoral y no la de los votantes, como es democráticamente usual.El proyecto de ley, que deberá ahora ser aprobado en comisión y ratificado en el pleno del Parlamento en otras tres votaciones, tiene como objetivo primordial neutralizar el voto de los árabes israelíes (17% de los electores), firmes partidarios del retorno de los territorios ocupados a la tutela de Damasco, al tiempo que se otorga un peso importante a los votantes abstencionistas ausentes, en su mayoría residentes en Estados Unidos.

Esta iniciativa ha contado con el apoyo de tres formaciones que están dentro de coalición gubernamental: los ultrarreligiosos sefardíes del partido Shas, los emigrantes rusos de B'Aliya y el Partido Nacional Religioso, plataforma del movimiento colono, que se han aliado inesperadamente con el partido de la oposición Likud.

"No hay que inmutarse. Ninguna maniobra parlamentaria impedirá a la mayoría del pueblo tomar la decisión de hacer la paz con Siria", aseguró Barak, tratando de minimizar los resultados de la votación. Barak aseguró que cuando se logre un acuerdo con Damasco éste será sometido a una consulta, en la que "la mayoría que participe decidirá el futuro del país", dando así a entender que hará fracasar la aprobación del proyecto de "referéndum especial".

Hace pocos días, el partido Likud inició también ante el Parlamento los trámites necesarios para aprobar una legislación con la que se intenta preservar la unidad de Jerusalén, bajo mandato israelí, oponiéndose a cualquier división.

Cinco milicianos proisraelíes mueren en un ataque de Hezbolá

Hezbolá, la guerrilla islamista libanesa, desencadenó ayer una dura ofensiva contra el Ejército israelí en la franja ocupada del sur de Líbano ocasionando la muerte de cinco milicianos prosionistas del Ejército de Liberación del Sur de Líbano (ESL) e hiriendo a otros cuatro. Un civil resultó muerto en el ataque.

Las bajas, las más importantes que Hezbólá causa al ESL desde que el 11 de febrero abatiera a su número dos, se produjeron en dos operaciones. En la primera, la guerrilla volvió a utilizar minas accionadas a distancia para hacer saltar por los aires un vehículo de milicianos del ESL, cuando circulaban en el interior de la franja ocupada (850 kilómetros cuadrados), matando a todos sus ocupantes. Cuatro horas después, una segunda operación, ésta con misiles anticarro TOW, alcanzaba y hería a los cuatro miembros de la patrulla.

La represalia israelí no se hizo esperar. Su artillería disparó en poco menos de cinco horas más de 200 obuses. Algunas zonas habitadas resultaron alcanzadas y varios vecinos, heridos.

Mientras, en Beirut, más de un millar de estudiantes volvieron ayer a salir a la calle para protestar por el incidente Jospin (quien calificó a Hezbolá de terrorista) y contra el apoyo de Estados Unidos a los bombardeos de los israelíes.