Un chico de seis años mata con un disparo de pistola a una compañera de clase en un colegio de EE UU

Una niña de seis años murió ayer por un disparo en la cabeza que recibió en el colegio Buell Elementary en la ciudad estadounidense de Flint (Michigan). La policía desconoce si el autor del disparo, un compañero de su misma edad, lo realizó de manera accidental o intencionada, aunque un responsable del centro relató que el día anterior había habido una refriega entre los dos alumnos. En el momento del suceso, 22 niños asistían a una clase de primaria en el colegio. El centro está situado en las afueras de la ciudad, a unos 100 kilómetros al noroeste de Detroit. Según la policía, el niño que realizó el disparo sacó la pistola en medio del aula. Posteriormente, el menor quedó retenido bajo custodia policial. Fuentes de la investigación aseguran que la pistola empleada había sido robada a su dueño hace varios meses.

Una niña de ocho años que estaba en una clase cercana contó: "Después de escuchar el disparo, nos dijeron que no nos moviéramos de la clase y que estuviéramos tranquilos". "Un par de niños estaban llorando", añadió. Otra alumna de nueve años relató que el director pidió por los altavoces a los profesores que cerraran rápidamente las puertas de las aulas. Más de 500 chicos asisten a los diferentes cursos que se imparten en el colegio.

Bill Clinton lamentó anoche que este nuevo suceso en un colegio estadounidense y se preguntó "cómo pudo el niño de seis años conseguir la pistola y por qué sabía dispararla". Clinton dijo que no quería "prejuzgar ni condenar a nadie" pero recordó que la tasa de incidentes de este tipo en EE UU es nueve veces mayor que la de los otros 25 países más grandes del mundo juntos.

Por su parte, Arthur Busch, fiscal del condado, explicó en una rueda de prensa que todavía intenta comprender cómo es posible "que el niño llevara una pistola al colegio", aunque reconoció que esto es relativamente habitual en Estados Unidos. "Es un signo de nuestro tiempo que la sociedad esté armada y que no asuma su responsabilidad de asegurar las armas ", afirmó.

Según las estadísticas del Departamento de Justicia, tres de cada 10 estudiantes de EEUU aseguran cada año que han visto armas en sus clases. Las encuestas oficiales revelan también que uno de cada 10 alumnos ha llevado armas alguna vez al colegio.

Los graves sucesos de los últimos años en centros docentes han potenciado una política disciplinaria llamada "de tolerancia cero": el 94% de los colegios expulsan inmediatamente a los alumnos que llevan pistolas a clase, si les encuentran las armas. Cada año se registran en torno a 15.000 expulsiones por esta infracción.