Tres meses de persistente sequía dejan el campo de Lleida en situación crítica

La sequía ha hecho saltar todas las alarmas entre los agricultores de Lleida. Hace más de tres meses que no cae una gota de agua y en el sector hay una creciente preocupación. Las organizaciones agrarias temen que, si no llueve en las próximas semanas, la mayoría de los cultivos de secano, básicamente los de cereales, se pierdan en su totalidad. Las previsiones metereológicas a corto plazo indican la presencia de lluvia o nieve, pero sólo en los Pirineos.Un dato avala esta preocupación: el observatorio de Cervera (Segarra) en los últimos tres meses ha registrado tan sólo cuatro litros de agua de lluvia, la cifra más baja desde que empezó a funcionar a principios de siglo.

La situación en las plantaciones empieza a ser tan crítica que las comunidades de regantes del Canal de Urgell y del Canal de Aragón y Cataluña -las dos grandes infraestructuras hidráulicas que riegan un total de 125.000 hectáreas de campos de cultivo en la provincia de Lleida- han acordado adelantar en dos semanas la campaña de riegos para paliar los efectos de la sequía en las cosechas. El canal de Aragón y Cataluña suministra agua a sus socios desde el pasado sábado, mientras que el de Urgell tiene previsto hacerlo a partir del próximo 10 de marzo.

Ramon Carné, presidente de la junta de gobierno del Canal de Urgell, manifestó ayer que la situación es similar a la del año anterior en lo que se refiere a la sequía de los campos, pero diferente en cuanto a las reservas de agua en los pantanos. "En estos momentos", explicó Carné, "necesitamos regar no sólo el 100% de las cosechas de cereales, árboles frutales y forrajes, sino también las tierras para sembrar maíz".

Carné señaló que el pantano de Oliana, del que se abastece el canal, tiene actualmente unas reservas de 54 hectómetros cúbicos de agua, cantidad insuficiente para afrontar con garantías la temporada de riegos que se avecina. Las 75.000 hectáreas de campos que riega el canal de Urgell contarán este año con una dotación suplementaria procedente del pantano de Rialp, inaugurado hace unas semanas. "Si el 30 de junio no tenemos 100 hectómetros cúbicos en embalsados en Oliana, los payeses lo pasaremos mal. Todo dependerá de las aportaciones hídricas de los deshielos y de las lluvias que caigan a partir de ahora", añadió.

Problemas estructurales

En la superficie regable del canal de Aragón y Cataluña la situación no es más optimista. "Necesitamos que llueva pronto, ya que los campos están muy secos", afirmó su presidente, Josep Lluís Pérez. "Si lloviera lo suficiente como para que la tierra se humedezca, una parte de las cosechas de cereales todavía podrían recuperarse". Los regantes de este canal atribuyen sus males a un problema de sequía estructural originada por la falta de regulación de los ríos. Por eso reclaman la licitación urgente del pantano de Santa Liestra, un proyecto previsto desde hace años en la cuenca del río Ésera, ya en la vecina provincia de Huesca.

La provincia de Lleida cuenta con una superficie de 150.000 hectáreas dedicadas a la producción de cereales de secano -la mitad de Cataluña- y la cosecha media en una campaña normal es de 420.000 toneladas. Si la producción se reduce a causa de la sequía, las pérdidas en el sector serían millonarias. Las altas temperaturas que se han registrado en las últimas semanas han acelerado el proceso de crecimiento de los sembrados. Por tanto, si no llueve, las raíces se secarán.