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SANIDADPERSONAL DE ESTERILIZACIÓN SUFRIÓ UNA INTOXICACIÓN EN OCTUBRE

El Clínico incumple instrucciones de seguridad laboral en la manipulación de un gas muy nocivo

Más de dos años de denuncias de representantes de salud laboral de UGT y problemas de intoxicación en la sala de esterilización por óxido de etileno del hospital Clínico de Valencia no han sido suficientes para que el centro se pliegue totalmente a la normativa de agentes cancerígenos, que afecta a este gas. Ignorando a la inspección de Trabajo, el hospital se ha negado a medir el riesgo que corren los trabajadores y realizar análisis médicos específicos para la treintena de empleados que trabajan en la central. El centro alega que "no procede" realizar mediciones ambientales, señala que no hay relación entre la intoxicación y una posible fuga de óxido de etileno y defiende que las condiciones son óptimas.

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Un agente cancerígeno

Los últimos incidentes graves relacionados con la central sucedieron en octubre. El día 2, una pareja de trabajadores de la central de esterilización del hospital Clínico acudió al servicio de urgencias con la boca seca, picor en los ojos y la garganta, aturdimiento, náuseas y cefalea, los síntomas propios de una intoxicación por óxido de etileno. Este gas, empleado para la esterilización de material quirúrgico en cámaras herméticas, es un producto muy tóxico y su inhalación crónica se relaciona con la aparición de tumores cancerígenos. El Clínico tiene un autoclave de estas características, en el que la temperatura no sobrepasa de los 50 grados centígrados, frente a los 130 grados de las cámaras de limpieza convencionales, por lo que se usa para esterilizar material plástico como prótesis o sondas. En condiciones normales, el gas no sale del recinto cerrado donde se introduce el instrumental quirúrgico sucio y tanto la estancia por donde entra el material en la cámara esterilizadora como el recinto de donde se extrae, ya esterilizado, están separados del resto de la sala de limpieza y sometidos a equipos de extracción de aire. Existen alarmas que indican si los extractores o la concentración de gas sobrepasa el límite perjudicial para la salud. A pesar de ello, el 24 de octubre, otros dos trabajadores volvieron a urgencias con los mismos síntomas. El director del centro, Manuel Montánchez, niega que se pueda establecer una relación de causa-efecto entre la inhalación del gas y los síntomas de los trabajadores. Montánchez llegó a comentar a este diario que los sucesos coincidieron con el uso por parte del personal de limpieza de productos muy agresivos y que las alarmas funcionan perfectamente.

La opinión del delegado de prevención de UGT, Francisco Ruiz, es opuesta. Entre marzo y julio de 1999 tiene recogidos 10 avisos de alarma por paralización de los extractores o concentración excesiva de gas. La última, señala, se produjo a finales de enero de este año. Además, no sólo no duda del origen de los síntomas de los trabajadores sino que se remonta a abril y mayo de 1997 para señalar que ocho trabajadores del centro de esterilización se vieron afectados por otras cuatro fugas de óxido de etileno. Tras estos sucesos, el sindicato denunció el caso a la inspección de Trabajo, lo que se saldó con la apertura de una investigación y un expediente que incluía una serie de requerimientos, algunos de ellos incumplidos por el centro.

El informe de los peritos de la Consejería de Trabajo con fecha de noviembre de 1997 remitido a la inspección señaló que el óxido es un agente cancerígeno de segunda categoría -como recoge el real decreto 665/1997 de Agentes Cancerígenos- por lo que a la empresa le correspondía efectuar una evaluación de riesgos, mediciones ambientales periódicas, dar formación e información a los trabajadores, adoptar medidas de protección individual y señalizar las áreas de riesgo.

A fecha de 24 de febrero, el hospital ha ignorado el requirimiento de practicar mediciones ambientales (para las que Trabajo dio un margen de un mes). La dirección opina que no es procedente y lo justifica señalando que serían mediciones muy puntuales. Sin embargo, para UGT son imprescindibles para efectuar una evaluación de riesgos, aspecto que tampoco ha puesto en marcha el Clínico. El centro ha despachado la formación con "charlas". A la lista de incumplimientos se suma la de los reconocimientos médicos específicos. Para el hospital, son suficientes las revisiones rutinarias que practica. Sí que ha cumplido aspectos como la señalización de áreas de peligro y de protección general: los trabajadores disponen de máscaras, gafas y guantes de protección.

Para la secretaria general de Salud Laboral de la Federación de Servicios Publicos de UGT, Marisa Baena, el hospital "incumple medidas recogidas en la ley". El último paso dado por UGT ha sido una nueva denuncia, dirigida no sólo a Trabajo, sino también a la Consejería de Sanidad.

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