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Kenneth Branagh niega que aborde a Shakespeare con cinismo y sin respeto

El director y actor presenta su película 'Trabajos de amor perdidos'

Elsa Fernández-Santos

Shakespeare aderezado con canciones de Cole Porter, Irving Berlin y George Gershwin, con numeritos a lo Esther Williams y bailes de claqué. Kenneth Branagh (Belfast, 1960) ha convertido Trabajos de amor perdidos, su última película, en un musical romántico situado en los años treinta. "Nunca se va demasiado lejos con Shakespeare", dice Branagh. "El respeto a Shakespeare no se lo tengo que demostrar a nadie. Esta película está hecha sin cinismo y con mucho respeto".

Trabajos de amor perdidos es un musical "de esos que ya no se hacen", asegura el director y actor Kenneth Brannagh. "Un musical", agrega, "con canciones populares a la altura de la obra de Shakespeare".El actor presentó su película el miércoles en Madrid junto a la actriz norteamericana Alicia Silverstone. La película, que ha participado sin éxito en el pasado Festival de Berlín, se estrena el próximo 7 de abril en España. "Quizá las críticas sólo han sido malas en España", afirma el actor y director al citarle el pésimo recibimiento del filme en la Berlinale. "En realidad, y hasta donde yo sé, las críticas han sido fantásticas. De todas formas, no puedo decir mucho sobre esto. La película debe defenderse sola", añade.

Pelirrojo y tan blanco que cuesta adivinar sus rasgos, Branagh canturrea entre entrevista y entrevista. Seco y con una sonrisa falsa que ni sus dotes de actor consiguen camuflar, el director explica por qué eligió el género musical para rodar una de las obras menos conocidas y menos representadas del dramaturgo británico: "El género musical es ligero, pero a la vez ofrece observaciones muy agudas sobre las relaciones humanas. Además, la música es el espíritu de Shakespeare, sobre todo en el rito del amor. El musical y Shakespeare me parecen un buen matrimonio".

Branagh, cuyo filme anterior fue un Hamlet de más de tres horas, amenaza con dos nuevas versiones shakespearianas: un Macbeth y un Como gustéis. Además, y por si había dudas, advierte que su "fascinación" por el dramaturgo "no tiene ni fin ni límites". Sobre otros proyectos, el cineasta apunta su interpretación de un escritor en crisis para el thriller Cómo matar al perro de tu vecino (junto a la actriz Robin Wright Penn) y la encarnación de Orson Wells en la película de John Sayles Fade to black.

Castigos en el colegio

"Descubrí a Shakespeare en el colegio. Me castigaron y me obligaron a leer en voz alta para toda la clase El mercader de Venecia. Lo hice como quien lee las páginas amarillas. Cuatro años después nos llegó un profesor nuevo que nos anunció que leeríamos una historia de sexo, pandillas y violencia, o sea, se trataba de Romeo y Julieta. Fue entonces cuando me di cuenta de que Shakespeare había escrito sobre gente de 17 años como yo".

Lo que llamó la atención de Branagh a la hora de decantarse por Trabajos de amor perdidos -una de las obras "más ligeras y divertidas" de Shakespeare- fue que "no es demasiado conocida" y, además, "contiene una historia de amor deliciosa". "Y tiene un fondo muy melancólico que me interesa mucho. Es una obra exuberante y divertida en la que se muestra lo estúpidos que pueden llegar a ser los hombres al enamorarse. En ella están todos los temas preferidos de Shakespeare".

"La obra", agrega el actor y director, "se ha llevado pocas veces al teatro y eso me daba más libertad y me permitía más licencias al realizar la adaptación. La he acortado porque el lenguaje original era muy denso y decorativo, por lo que sustituí las partes más difíciles por música, cambiando la forma y manteniendo el espíritu".

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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