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El fiscal pide 20 años para la imputada por el crimen de Éibar

Aurora Intxausti

El fiscal del caso del arcón pidió ayer 20 años de cárcel para María Dolores Maqueda, que ha sido juzgada en la Audiencia de Guipúzcoa por el presunto asesinato de su compañero Antonio Valdés, El Molina, al entender que ha quedado acreditado que fue ella quien lo mató y ocultó su cadáver en un frigorífico durante dos años en un piso de Éibar.En sus conclusiones, al término del juicio celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia guipuzcoana, ni el Ministerio Fiscal ni la acusación particular dieron crédito a las declaraciones de la procesada, que imputó el crimen al propietario del club de alterne donde trabajó y con quien mantuvo una relación anterior, detenido tras el asesinato y luego exculpado.

El acusador público señaló que las primeras declaraciones inculpatorias de las imputadas -se procesó también a una hermana de María Dolores, que murió hace unos meses- son suficientes para dar credibilidad a su tesis, es decir, que fue la compañera de la víctima quien disparó en la cabeza al fallecido y quien posteriormente le asestó dos puñaladas, en el tórax y en el abdomen, a finales de agosto de 1994.

Según la acusación particular, es "imposible" que, de no ser culpables, las acusadas improvisaran una primera declaración antes de conocerse los informes de la autopsia, en la que dieron todo tipo de detalles sobre las heridas causadas a la víctima, José Antonio Valdés Echeverría, de 41 años.

El fiscal entiende que en la actuación de la procesada concurren a la vez la agravante de parentesco con el fallecido, con quien convivía y tenía dos hijas, y la de alevosía, pues los informes forenses sugieren que mató a Valdés cuando éste dormía en la casa que ambos compartían y estaba en condiciones de "absoluta indefensión".

"Quitarse una carga"

Señaló además que si, tras ocultar el cadáver con ayuda de su hermana en el arcón frigorífico, que en 1995 trasladaron a un piso contiguo, decidió en 1996 dejar de pagar los recibos de la electricidad para que "todo saliera a la luz y quitarse un carga de encima", como dijo la acusada en su declaración, no se entiende que luego se inculpara, "porque esta reacción la llevó a una situación de mayor sufrimiento".

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Por su parte, el abogado de la acusación particular, que también solicitó 20 años de prisión para la procesada y 20 millones de indemnización para la madre de la víctima, puso de relieve el hecho de que María Dolores Maqueda cambiara su declaración cuatro meses después de ingresar en prisión para imputar el delito a una tercera persona, de la que dijo tener miedo y ser éste el motivo por lo que escondió el cadáver. El letrado aseguró que no ha quedado demostrado que el fallecido la maltratase ni que éste fuera el propietario del arma homicida, como sostiene la procesada.

El abogado de la defensa reclamó seis meses y un día de arresto para su clienta por un delito de encubrimiento con la atenuante de "miedo insuperable".

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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