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La OTAN vigila muy de cerca la tensa situación en Montenegro

Con parte de la atención internacional enfocada en Kosovo y en la guerra de clanes que se vive en Belgrado, el comandante en jefe de OTAN, general Wesley Clark, alertó ayer, durante su visita oficial a Macedonia, que el verdadero peligro se halla ahora en Montenegro, donde las fuerzas pro-Milosevic tratan de minar la posición del presidente Milo Djukanovic, aliado de Occidente. "Creo que la situación es muy tensa allí", aseguró Clark en referencia a Montenegro, que junto a Serbia forma parte de lo que queda de la antigua Yugoslavia de 1990. Según el general estadounidense, las fuerzas serbias están reforzando sus posiciones en esta república, lo que representa una amenaza directa a Djukanovic y a sus planes de separación de Serbia, sin descartar una futura declaración de independencia. "Estamos siguiendo muy de cerca los acontecimientos", añadió Clark, sin especificar qué tipo de seguimiento se trata o si de sus palabras se desprende una velada advertencia al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, enemigo de Djukanovic.

Montenegro es clave para Serbia: tiene salida al mar. Se trata de una pequeña república de algo más de seiscientos mil habitantes entre los que conviven un verdadero crisol de culturas, desde montenegrinos, serbios, albaneses, croatas, bosnios o judíos, que convirtiría cualquier conflicto en una verdadera guerra.

Distancia con Belgrado

Desde los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia, que incluyeron las posiciones del Ejército federal yugoslavo (mayoritariamente serbio) en Montenegro, esta república ha dado pasos significativos de distanciamiento de Belgrado; ha incrementado su autonomía financiera y en el diseño de la política exterior. Sólo resta la presencia del Ejército federal mandado por Belgrado como símbolo de una falsa unidad.

La semana pasada, el partido de Djukanovic, una escisión de la sucursal montenegrina del Partido Socialista Serbio, acusó a las Fuerzas Armadas federales de reclutar paramilitares con el fin de desestabilizar Montenegro y justificar algún tipo de medida de fuerza, desde el estado de emergencia al golpe militar.

Estados Unidos ha dejado claro a Milosevic que cualquier intento de enmarañar la situación de Montenegro, como ya hizo en Bosnia, en 1992, o en Kosovo, en 1999, se toparía con una decidida e inmediata reacción de la OTAN.

Por otra parte, Clark anunció ayer, en Skopje (Macedonia) que el tránsito hacia Kosovo de los soldados del Eurocuerpo, que en marzo comenzarán a reemplazar a algunos de la Kfor, se llevará a cabo en parte a través de la Macedonia ex yugoslava.

El Eurocuerpo, que estará comandado por el teniente general español Juan Ortuño, tendría que comenzar su despliegue en Kosovo, para asumir el Estado Mayor de la Fuerza internacional de paz (Kfor), entre el 13 de marzo y el 22 de abril próximos.

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