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Simpatizantes de ETA llenan de pintadas y apedrean la casa del escultor Ibarrola "Han marcado mi casa como hacían los nazis con los judíos", dice el artista

El ruido de una lluvia de piedras sobre el tejado de su caserío, en el valle de Oma, a unos 10 kilómetros de Gernika (Vizcaya), sobresaltó al artista Agustín Ibarrola, miembro del Foro de Ermua, y a su esposa, Mari Luz, en la noche del viernes. Sobre las once de la noche descubrieron que los autores de la agresión también habían realizado pintadas a favor de los presos de ETA en las paredes de su casa.

Junto a la puerta exterior del estudio de Ibarrola y en la pared de piedra que rodea el caserío, situado en un pequeño núcleo de viviendas rurales aisladas en el corazón del valle, se podían ayer leer pintadas en las que se hacía alusión a la huelga de hambre en Francia del preso de ETA Daniel Derguy. Entre otras frases, escritas en euskera, las pintadas consideraban "asesinados" a una persona fallecida en accidente de tráfico cuando volvía de visitar a un recluso de la banda y a un ex refugiado en México que murió de cáncer en su casa en Guipúzcoa el pasado día 14. Ibarrola aseguró que su casa había sido atacada con nocturnidad y marcada "como hacían los nazis con los judíos". El apedreamiento se produjo sobre las 11 de la noche del viernes, poco después de que Ibarrola y su esposa llegaran a su domicilio de regreso de la visita realizada al Parlamento de Estrasburgo junto a otro miembros del Foro de Ermua para entrevistarse con su presidenta. "No ha habido daños físicos, no consiguieron romper nada con las pedradas, pero el susto ha sido terrible", aseguró ayer Mari Luz Ibarrola. "El ruido de las pedradas fue terrible. Nos dejó paralizados. Han hecho las pintadas a escondidas cuando ya estábamos dentro de casa y luego han huido", añadió.

La agresión no hizo desistir a Ibarrola de su intención de participar en la manifestación convocada ayer en San Sebastián por la plataforma ¡Basta ya! para exigir la desaparición de ETA y el respeto de las libertades ciudadanas en el País Vasco. "Incidentes como el vivido en nuestra casa recuerdan a otros tiempos, en los que había que luchar por la libertad y para poder ir a las urnas y duele mucho. Parece que sólo pueden hablar los políticos y que los ciudadanos tenemos que medir nuestras palabras", dijo.

Más atentados

El apedreamiento de la casa de Ibarrola no fue el único episodio violento en el País Vasco. En Álava, el concejal del PNV de Iruña de Oca, Alfredo Aberásturi, sufrió heridas leves al explotar en la puerta de su casa una bomba casera similar a las que utilizan los radicales en sus acciones de sabotaje, informa Eduardo Azumendi. Aberásturi sufrió algunas heridas leves en los brazos y en la cara. El atentado se produjo a las siete y veinte de la mañana en el domicilio del concejal, situado en Trespuentes (a 15 kilómetros de Vitoria), muy cerca de Nanclares de Oca, sede del Ayuntamiento de Iruña de Oca. Unos desconocidos se acercaron hasta la verja que rodea la vivienda y colocaron en ella un artefacto explosivo de fabricación casera compuesto por una pequeña bombona, líquido inflamable y varios cartuchos de escopeta, según informó la Ertzaintza. La bomba estalló cuando Aberásturi se encontraba dentro de su casa. Salió al escuchar la detonación y, al acercarse al lugar del incendio, varios cartuchos de escopeta hicieron explosión. Algunos perdigones alcanzaron al concejal.

Por otra parte, grupos radicales incendiaron en la noche de ayer una cabina telefónica y un cajero automático en Oiartzun (Guipúzcoa). Otros dos cajeros, situados en Eibar y Mondragón, también fueron atacados.

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