La ONU anula el calendario del referéndum del Sáhara y pide una nueva mediación de Baker

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, aseguró ayer que el calendario del referéndum sobre el Sáhara Occidental, previsto en principio para este verano, "ya no es válido". En un informe remitido al Consejo de Seguridad, Annan explica que los 140.000 recursos presentados por Marruecos tras la publicación de las listas definitivas del censo han paralizado el proceso de paz. Ante el total estancamiento, Annan ha pedido a su enviado especial en la zona, el exsecretario de Estado norteamericano James Baker, que reanude su mediación con Marruecos y el Frente Polisario.

"El calendario ya no es válido. (...) Los acontecimientos de estos últimos nueve años [tras el alto el fuego y el plan de paz de 1991], y en particular los ocurridos en este último mes, constituyen una auténtica preocupación y han planteado serias dudas sobre la posibilidad de llevar a cabo los acuerdos aprobados por ambas partes", dice Annan en su informe sobre la situación en la antigua colonia española.El secretario general de las Naciones Unidas se había comprometido el pasado mes de diciembre a fijar una fecha para el referéndum, una vez establecida la lista de votantes. A la vista de los numerosos recursos presentados por Rabat, Annan ha aconsejado poco menos que volver a empezar desde cero, "lo que no quiere decir que se dé por perdido el referéndum", aseguró uno de los portavoces de la Secretaría General.

Cuando se va a cumplir un cuarto de siglo de la salida de las últimas fuerzas coloniales españolas del Sáhara Occidental, y a falta de mejores opciones, Annan ha pedido renovar por otros tres meses el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (Minurso), al cabo de los cuales volverá a presentar unas nuevas conclusiones. En ese breve lapso de tiempo espera que Rabat y el Frente Polisario puedan alcanzar algún tipo de acuerdo, por lo que ha despachado a la zona a su enviado especial para el Sáhara, el exsecretario de Estado norteamericano James Baker, quien apadrinó en 1997 los llamados Acuerdos de Houston.

El pesimismo de Annan no ha sido ninguna sorpresa. El pasado diciembre, el secretario general ya aseguró que veía pocas posibilidades de celebrar un referéndum de autodeterminación antes de 2002, como muy pronto. En esta ocasión, ni siquiera se ha atrevido a lanzar pronósticos. Desde 1991, las disputas en la elaboración del censo han venido aplazando la celebración de la consulta.

El pasado mes de enero, la ONU cerró definitivamente la lista de los electores al admitir tan sólo a 2.130 candidatos de los 51.220 aspirantes postulantes pertenecientes a las tres tribus marroquíes, las llamadas tribus en disputa, cuyos miembros son rechazados por el Frente Polisario como posibles votantes.

Con los 84.251 ya admitidos en julio, el censo final se limita a menos de 90.000 electores, una cifra muy inferior a los 220.000 propuestos por Marruecos. Rabat ha interpuesto algo menos de 140.000 recursos: 60.000 en verano y 79.000 a principios de año.

Anticipándose a las malas noticias del informe de la ONU, el líder del Frente Polisario y presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, se entrevistó con Annan el pasado día 7. "El referéndum es posible porque ha habido progresos sustanciales, pero si la ONU no tiene intención de seguir adelante es mejor que lo deje, que proclame el fracaso de su misión y se retire. El pueblo saharaui asumirá sus responsabilidades. No es nuestra opción favorita, pero es la única que nos queda ante tales retrasos y las maniobras dilatorias marroquíes", dijo Abdelaziz en unas declaraciones a EL PAÍS poco después de su reunión con Annan.

El Frente Polisario acudió a la ONU esgrimiendo el ejemplo de lo ocurrido en Timor Oriental. La antigua colonia portuguesa celebró un referéndum el pasado 30 de agosto, después de las negociaciones entre Indonesia y Portugal apadrinadas por las Naciones Unidas. "Timor es un aliento; cuando la ONU quiere hacer algo, las cosas pueden ocurrir", dijo Abdelaziz. El dirigente saharaui también había querido aprovechar un momento en el que el Consejo de Seguridad decidió centrar sus deliberaciones en el continente africano para hacer oír su voz en la ONU.