La UE levanta el embargo aéreo a Serbia e inicia una época de mayor flexibilidad

La Unión Europea decidió ayer rebajar la presión sobre Belgrado suspendiendo por un periodo de seis meses las sanciones impuestas a los vuelos aéreos a Yugoslavia. "El instrumento de las sanciones requiere ser siempre utilizado sabiamente para no reforzar a los autócratas", declaró el ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, asegurando que "ha llegado el momento de utilizar una cierta flexibilidad". Los Quince optaron por acentuar las restricciones de visados para los miembros del Gobierno serbio y a los familiares del presidente Slobodan Milosevic.

A la lista de 600 altos cargos que hoy Bruselas tiene vetados añadirá otros 200, informa Reuters. Con estas medidas pretende impulsar a la oposición serbia y aislar a Milosevic. La UE también mantendrá bloqueados sus bienes en el extranjero, así como el embargo en el suministro y venta de petróleo y productos refinados, impuesto en abril de 1999 contra Yugoslavia en pleno conflicto de Kosovo como apoyo a los bombardeos de la OTAN. "A través de esta medida [el levantamiento del embargo aéreo], la Unión Europea quiere animar al pueblo serbio en su lucha por la democracia, la reconciliación y la necesaria reforma económica y política", señalaron los Quince en su declaración. La UE ha accedido así a las demandas de la oposición serbia, que ha insistido en el levantamiento de un embargo que, aseguran, perjudica a la población y no al régimen, informa Reuters. El compromiso alcanzado ha logrado sólo un apoyo reticente por parte de Estados Unidos, que ha expresado su preocupación, junto con el Reino Unido y Holanda, por la posibilidad de que esto favorezca a Milosevic.

Por otra parte, la nueva política de seguridad y defensa en Europa se hizo ayer más tangible con la aprobación por parte de los Quince de los organismos interinos que harán posible la gestión de crisis internacionales y, en el futuro, el despliegue de una fuerza de intervención rápida para misiones de paz (60.000 soldados), prevista para 2003. Estos organismos interinos entrarán en funciones a partir del próximo 1 de marzo y el objetivo es darles un carácter definitivo en un año.

"Esta decisión demuestra la voluntad de los Gobiernos europeos de cumplir con los compromisos contraídos en la cumbre de Helsinki ", declaró con satisfacción el Alto Representante de la Unión Europea (UE), Javier Solana, en el curso de las sesiones del Consejo de Asuntos Generales, que reúne mensualmente a los ministros de Exteriores de la UE.

Antes de la aplicación de lo aprobado ayer, los ministros de Defensa se citarán el próximo día 28 en Sintra (Portugal) para discutir, en un primer ejercicio de reflexión, los mecanismos que harán factible la brigada europea de intervención rápida.

Tres organismos

A partir de ahora, aunque de forma interina, las estructuras de decisión en materia de seguridad y defensa de la UE serán tres:

- Comité Político y de Seguridad Interino (COPS), formado por representantes nacionales a nivel de altos funcionarios o de embajadores (España estará representada por Manuel de Lorenzo, actual embajador en Panamá). Tendrá un funcionamiento parecido al del Consejo Atlántico de la OTAN. Asesorará al Consejo de Ministros sobre la participación de la Unión en la gestión de crisis, estará en estrecho contacto con Solana, aunque tendrá un presidente. De momento se ha decidido que sea el país que semestralmente ocupa la presidencia comunitaria, aunque la decisión final se aventura complicada al sostener algunos Gobiernos que tenga un responsable un periodo de varios años.

- Comité Militar, que asesorará al COPS en la gestión militar de crisis. Los jefes de Juntas de Estado Mayor designarán a un representante, un general, para actuar en su nombre.

- Un equipo de expertos militares, que podrá variar entre 20 y 60 oficiales, en permanente contacto con el Comité Militar para facilitar información sobre casos de alerta, evaluación de crisis y planificación estratégica.

En total, alrededor de unas 200 personas serán quienes dirijan esta célula político-militar. Su ubicación está siendo objeto de debate y exige buscar un lugar que reúna las condiciones de seguridad y secreto de las que carece actualmente el edificio que alberga el Consejo de Ministros. Se pensó inicialmente en el inmueble que hace de sede de la Unión Europea Occidental, pero ahora se apuesta por algún sitio próximo al Consejo. "La luz verde la daré, yo y no Estados Unidos", afirmó Solana al ser preguntado sobre las exigencias de seguridad planteadas por los norteamericanos para colaborar con la célula militar de la UE.

Más información: www.gov.yu