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Industria exige a la empresa que explique hoy mismo las causas de la 'lluvia' de rocas en Bilbao

Los vecinos del barrio de San Adrián, en Bilbao, que anteayer se llevaron un tremendo susto por la lluvia de rocas que causó heridas a una mujer, destrozó su coche, hizo un gran agujero en una fachada y rompió varias ventanas, no tuvieron que oír ayer el sonido de explosiones porque las voladuras quedaron suspendidas tras el incidente. El Departamento de Industria exigió a la empresa Cavosa, responsable de las voladuras en el terreno -donde hubo una mina y se levantarán en el futuro centenares de viviendas-, que presente hoy mismo un informe sobre las causas.

La consejería de Industria también ordenó la paralización de las voladuras para evitar que se produzcan nuevos daños, según indica en la carta enviada a la empresa. En la misma nota, Industria reclama a Covasa que presente en "24 horas" un informe que incluya "causas del accidente, daños causados y medidas adoptadas en evitación de riesgos". El Ayuntamiento de Bilbao envió a la compañía otra carta en términos similares en la que recalca que se generó "una situación de grave riesgo para las personas".Cavosa se afanaba ayer en preparar el informe. "Esperamos entregarlo mañana [por hoy]", explicó a este periódico el director general de la empresa, Gonzalo García San Miguel. Éste señaló que lo ocurrido era "imprevisible" y que la causa más probable es que una de las rocas que se volaron tuviera una oquedad que los sondeos previos no detectaron. Explicó también que "cuando cargas un barreno la voladura rompe hacia la salida más fácil". Según apuntó García San Miguel, en este caso se produjo un "efecto cañon", porque la onda expansiva se proyectó hacia la oquedad en lugar de a la dirección prevista.

Representantes de la empresa se reunieron ayer con resposnables de la Dirección General de Industria y Minas. La consejería de Industria le prohibió la reanudación de las obras hasta que le dé su permiso expreso. Mñana, viernes, los técnicos responsables de la obra se rerunirán con el concejal de urbanismo de Bilbao, Ibon Areso.

"El estruendo [de anteayer] fue distinto al de todos los días", recordaba ayer Esther Haedo, una vecina de la zona. Blanca, una señora que volvía de hacer la compra, precisó: "Fue un golpe seco, como de un atentado, para entendernos". El barrio de San Adrián retumba cada día un par de veces -entre las dos y las tres de la tarde- cuando se realizan las voladuras para preparar el terreno donde se construirá un barrio de viviendas de protección oficial. El terreno es arcilloso y fue una mina hasta hace 18 años. La Ertzaintza corta el tráfico y acordona la zona de las obras.

Tres incidentes más de este tipo, todos sin víctimas, se han registrado en Vizcaya en los últimos meses: lluvia de piedras en Mañaria, el desplome de dos torres en Altos Hornos y la caída de una roca de una demolición sobre la autopista.

Cavosa (Compañía Auxiliar de Voladuras) comenzó hace seis meses estos trabajos que, según su director general, prevé concluir hacia abril. "Nunca nos había pasado algo similar", aseguró García San Miguel, quien añadió que su empresa ya realizó voladuras el año pasado en una zona colindante.

"Fue terrible"

El agujero en una fachada y algunas piedras desperdigadas en el cesped que hay entre la zona de las voladuras y las viviendas más cercanas eran ayer por la mañana el único signo visible de las consecuencias de la lluvia desatada la víspera. Los vecinos de las casas que se levantan a pocos metros de la valla de la obra intentaban, mientras, recuperarse del susto. "Fue terrible", según Manolo, un vecino, al tiempo que señalaba cómo quedó uno de los peldaños de la escalera de mármol del portal tras el impacto de una piedra.

Los cristales fueron reparados horas después del suceso y la empresa de voladuras ya ha dado parte de los daños a los seguros, explicó el responsable de Cavosa, quien añadió que ha alquilado un coche a la mujer que resultó herida, además de presenciar cómo una enorme roca aplastaba su turismo.

El responsable de la concejalía de Proyectos y Obras del Ayuntamiento de San Sebastián, Jesús Barreiro, señaló que en la capital guipuzcoana no se suelen hacer voladuras porque "entraña muchos riesgos". No obstante en las obras del vial Beriyo-Igara, de sólo medio kilómetro, pero en un terreno de roca maciza, sí está previsto hacer voladuras controladas.

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