Las autoridades británicas barajan la posibilidad de que los secuestradores del avión afgano quieran asilo político
A medida que pasan las horas gana terreno entre las autoridades británicas la posibilidad de que los secuestradores del avión 727 de las líneas aéreas afganas, que permanece en el aeropuerto de Stansted, quieran en realidad quedarse en el Reino Unido. Esta hipótesis se basa en un rosario de indicios. Un directivo de la compañía Ariana en Pakistán ha denunciado la existencia de vínculos entre los secuestradores y algunos pasajeros en este sentido; además, los piratas aéreos hasta ahora sólo han solicitado agua, alimento y que se limpie el avión. Ayer se conoció que existe un precedente: otro grupo que secuestró en 1996 un avión sudanés y lo desvió hacia el Reino Unido se encuentra viviendo en libertad en Londres. Los seis autores, de nacionalidad iraquí, fueron condenados por secuestro aéreo, pero ganaron un recurso y fueron puestos en libertad. En la actualidad están pendientes de la concesión de la condición de refugiados políticos. A tres mujeres y cinco niños que les acompañaban les ha sido concedido este estatuto. Finalmente, una funcionaria del Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) está presente en el aeropuerto de Stansted.En la madrugada de ayer, cuatro miembros de la tripulación -el comandante, el copiloto, un oficial y un técnico- se descolgaron por una cuerda desde la cabina aprovechando la oscuridad. Otro miembro de la tripulación fue arrojado desde la cola por los secuestradores cuando éstos descubrieron la fuga. Entre los 150 rehenes que permanecen a bordo hay nueve miembros de la tripulación, aunque la policía británica desconoce si alguna de estas personas está en condiciones de pilotar el aparato. Según noticias procedentes de Afganistán, 40 de los rehenes son miembros de la misma familia.
Tras unas horas de tensión generada por la fuga, se reanudaron las conversaciones entre los secuestradores y las autoridades británicas. Un portavoz policial calificó de "positivas" las negociaciones y añadió que se había establecido una corriente de confianza entre ambas partes después "de un duro trabajo".
El ministro de Interior británico, Jack Straw, declinó comentar ayer la posibilidad de conceder el asilo político a los secuestradores, quienes forman parte de la oposición al régimen integrista afgano de los talibán. Un portavoz del ministerio explicó que cualquier extranjero puede pedir asilo en el Reino Unido, pero antes debe probar que hay persecución política, y si hay delitos, éstos tendrán preferencia sobre otras consideraciones.
Más información: www.taleban.com
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