Blair pide al IRA un gesto simbólico de desarme para salvar el proceso de paz
Los Gobiernos de Londres y Dublín intensificaron anoche sus esfuerzos para impedir el colapso del proceso de paz en Irlanda del Norte a raíz de la negativa del IRA a deponer las armas. Sin embargo, al cierre de esta edición todo parecía indicar que el Gobierno de Londres pondrá formalmente fin a la autonomía del Ulster y reasumirá el control directo sobre la provincia mañana, viernes, poniendo así fin al más ambicioso proyecto pacificador en una generación, cuyo fracaso promete sumir al Ulster en una nueva y prolongada crisis.El primer ministro británico, Tony Blair, y su homólogo irlandés, Bertie Ahern, mantuvieron varios contactos telefónicos durante una jornada que no arrojó avances. Peter Mandelson, el ministro británico para Irlanda del Norte, lanzó un llamamiento de último momento para que el IRA realice al menos un gesto simbólico de continuar negociando la paz.
Fuentes republicanas contactadas telefónicamente en Dublín dijeron a este periódico que el liderazgo del IRA se mantiene fiel a la consigna de no entregar "ni una bala, ni una onza de explosivos" a la comisión internacional de desarme, presidida por el general canadiense John de Chastelain. "La decisión ya está tomada: ninguna manifestación de debilidad frente a las presiones británicas ni a las presiones de los unionistas de David Trimble", dijo una fuente con acceso a la jefatura del IRA.
Mediación de un obispo
El único elemento nuevo en la peor crisis que amenaza con destruir el experimento de paz surgió en Londonderry, cuyo obispo católico, Seamus Hegarty, se ofreció ayer a garantizar el desarme del IRA y a convertirse en depositario de una cantidad no especificada de material bélico. Fue una actitud sin precedentes que ilustró la desesperación de las autoridades políticas y religiosas del Ulster. "Estoy dispuesto a actuar como garante y supervisor de un depósito de armas de guerra que, bajo los auspicios del general De Chastelain, quedarían fuera del alcance del IRA", dijo el obispo.
En Londres, la Cámara de los Lores debatía anoche sobre la suspensión de la autonomía norirlandesa y la abrogación de las leyes que permitieron la formación del Gobierno de coalición presidido por el unionista David Trimble, cuya carta de dimisión permanecía cerrada a la espera de los acontecimientos.
Para empeorar las cosas, Gerry Adams, el líder del Sinn Fein, el frente político del IRA, ha amenazado con abandonar el proceso si se llega a ese extremo.
En la carrera contrarreloj para rescatar el proyecto de paz, Londres, Dublín, Washington y los representantes de los enemigos norirlandeses buscaban desenfrenadamente una fórmula para impedir el colapso del Gobierno autónomo del Ulster, un acto que cancelaría automáticamente las aspiraciones de paz de la mayoría de la población de la provincia. Mandelson dijo anoche que no todo está perdido y sacó a flote la idea de un nuevo informe de la Comisión de Chastelain. Fuentes próximas a Mandelson indicaron que tal documento podría incluir "varias ideas" para extraer del IRA un gesto simbólico capaz de apaciguar a los unionistas y salvar el programa del gobierno del Ulster. El Acuerdo de Viernes Santo prevé el desarme de todas las facciones del Ulster hacia finales de mayo.
Más información: www.nio.gov.uk/agreement
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