Dos jóvenes denuncian a tres policías por detención ilegal en un bar bilbaíno

Dos jóvenes empleados del bar La Otxoa, en Bilbao, presentaron ayer una denuncia en el Juzgado de Guardia contra tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía por detención ilegal. Los hechos ocurrieron en la noche del 29 de enero. Dos de los agentes habían mantenido, en estado ebrio, varias horas antes un incidente en el mismo local por lo que fue avisada la Ertzaintza. Cuando se personó, los policías se enfrentaron con los ertzainas y les amenazaron. Luego regresaron a detener a los jóvenes.

El hombre de mediana edad ya había protagonizado un incidente cuatro días antes, así que, cuando el 29 de enero sobre las cuatro menos cuarto de la madrugada, acompañado de otros dos individuos y una mujer, pidió un combinado de ginebra, la camarera E. A. se negó a servirle. Fue el principio de un incidente con tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía de paisano, dos de ellos de servicio, que "sin ningún tipo de fundamento o justificación" detuvieron a dos empleados del local y "les sometieron a trato humillante". Así se recoge en la denuncia por presunta detención ilegal presentada contra los tres funcionarios en el juzgado número 10.En el escrito, la acusación que representa el letrado Koldo Menika considera como hechos que, ante la negativa de la camarera a servir a dos de los tres hombres que se encontraban ebrios, éstos comenzaron a mostrarse violentos. Entonces, se acercaron los dos jovenes empleados para invitarles a abandonar el local.

Según la acusación, los policías hicieron caso omiso e increparon a la camarera para que les sirviese la consumición. Ante la insistencia de los empleados para que saliesen, los denunciados respondieron con frases como "salid fuera si tenéis huevos" y "no tenéis cojones de salir fuera a pegaros". Tras un pequeño forcejeo, los policías dejaron el lugar.

En ese momento, se personó una dotación de la Ertzaintza, que había sido avisada. Según consta en la declaración de varios ertzainas, ya en la calle dos de los alborotadores se negaron a identificarse reiteradamente, mientras que un tercero mostró su placa de agente del Cuerpo Nacional de Policía e indicó que sus compañeros estaban "un poco bebidos" y que él hacía "lo posible para llevárselos". Añadió que no quería problemas y que estaba de servicio. Pero, uno de los otros dos agentes le espetó: "Tú, cállate, que llevas aquí dos días y no tienes ni puta idea de lo que pasa".

Dado el estado de embriaguez y para evitar riesgos, la Ertzaintza intentó averiguar si llevaban armas. "No me toques hijo de puta que te rompo la cabeza", dijo el único policía nacional que no estaba de servicio. Finalmente, se marcharon y llegó una furgoneta del Cuerpo Nacional de Policía. Mientras, los dos jóvenes habían seguido trabajando en el local.

Pasaron dos horas y acudió al bar una patrulla uniformada de la policía junto con los dos agentes de servicio que habían mantenido el incidente. Se identificaron y detuvieron a los dos empleados. Eran las seis de la mañana cuando fueron trasladados a comisaría, donde estuvieron retenidos hasta que pasaron a disposición judicial a las 18.45. El juez les puso en libertad a las ocho de la tarde.