Detectives fuera de la ley

Las agencias de detectives D'Ajenti Hermanos y Búho Servicios Integrales, con oficinas en León, Ponferrada y Valladolid, son viejas conocidas de la policía, como también lo son sus propietarios, los hermanos Pintado.Al margen de sus problemas con la justicia por estar presuntamente implicados en los sabotajes y extorsiones sufridos por empresas que hacían la competencia al constructor José Martínez Núñez -los hermanos Pintado fueron detenidos en octubre pasado durante 72 horas-, el Ministerio del Interior les ha abierto incontables expedientes administrativos. Cinco de ellos han concluido ya en sanción firme, por un monto superior a los nueve millones de pesetas.

En 1995 se les impuso una multa de dos millones por realizar actividades de investigación privada sin contar con la pertinente licencia, lo que está tipificado como falta muy grave.

En febrero y marzo de 1997 se les impusieron otras dos multas de 50.000 pesetas cada una, correspondientes a dos faltas leves, por realizar publicidad en la que ofrecían sus servicios como detectives sin estar legalmente habilitados para ello.

Un mes después se les sancionó por una falta de carácter muy grave. Esta vez no sólo realizaron tareas de vigilancia sin contar con los correspondientes permisos, sino que además recurrieron a agresiones y amenazas. Resultado: cinco millones de multa.

En mayo de 1998 recibieron su última sanción hasta ahora. De nuevo fue por intrusismo. Una falta muy grave sancionada con otros dos millones de pesetas.

En cualquier otro caso, según los expertos consultados, un historial de este tipo habría llevado a que el Ministerio del Interior retirase la licencia a la empresa afectada. El problema radica en que ni D'Ajenti, ni Búho, ni ninguna de las sociedades creadas por los hermanos Pintado disponen de licencia para hacer investigación, ni vigilancia, ni niguna actividad relacionada con la seguridad privada. No se les puede privar de lo que no tienen.

Los hermanos Pintado han reconocido que José Martínez Núñez era "uno de sus clientes". No podían dejar de admitirlo, ya que el juzgado dispone de grabaciones en las que el constructor encarga trabajos a los supuestos detectives.

En una de las conversaciones, Martínez Núñez pregunta a José Manuel Pintado "si está preparando las cuchillas para cortarle el pelo a alguno, porque las cosas no tienen que olvidarse". Es la forma de hablar que tiene el empresario, alega Pintado.