La Guardia Civil vincula al empresario ligado al 'caso Cuiña' con sabotajes a sus competidores Un confidente dice que Martínez Núñez encargó quemar camiones y hormigoneras
José Martínez Núñez, el empresario leonés investigado por su presunta participación en el plan para atentar contra Xosé Cuiña, consejero de Obras Públicas de la Xunta de Galicia, encargó sabotajes contra las plantas de hormigón y los camiones del industrial Gumersindo Castro, uno de sus principales competidores en León, según sugiere un informe de la Guardia Civil remitido al juez. Agentes de ese cuerpo y Castro se entrevistaron con un confidente que implicó en los atentados a Martínez Núñez y a la empresa de detectives que trabaja para este último.
El pasado 18 de mayo, Gumersindo Castro, de 56 años, confiado e intrigado por una llamada telefónica, acudió a una cita a ciegas. Minutos antes una persona que se negó a identificarse le había rogado una entrevista con la promesa de comunicarle la identidad de las personas que desde 1996 quemaban las instalaciones de su empresa en Astorga (León). A las cuatro de la tarde, Castro, acompañado de un familiar, llegó puntual a la cafetería Montreal, en el número 11 de la avenida de la Aviación, en la localidad de Virgen del Camino (León). Allí estaba su enigmático interlocutor. Una persona que cumplió su promesa.Según su versión, las plantas de hormigón las quemaba gente de la agencia de detectives Búho, propiedad de los hermanos José Manuel y Timoteo Pintado Palomo, de 32 y 26 años, respectivamente. Pagaban 700.000 pesetas por cada sabotaje. El propio confidente fue contratado como pirómano. Para la citada agencia trabajaba Rafael Wolfgang Pérez, un venezolano que fue hallado ahorcado el pasado 13 de julio. Éste dejó una nota en la que afirmaba que se le había encargado asesinar a Cuiña, quien hace años mantuvo una fuerte discusión en su despacho con Martínez Núñez por una adjudicación de obras.
El 26 de mayo, ocho días después, el confidente relató los mismos hechos en el domicilio de Castro y en presencia de dos agentes del servicio de policía judicial de la Guardia Civil. La conversación fue grabada por mandamiento judicial y en la misma el confidente implicó a José Villanueva González, de 28 años, alias Murdock, como autor material de dos sabotajes a las plantas del empresario. En opinión del delator, José Martínez Núñez era la persona que encargaba los trabajos a la agencia Búho.
Informe al juez
Los agentes informaron del contenido del encuentro al Juzgado número 5 de Ponferrada (León) y prosiguieron su investigación. El pasado 13 de julio, el juzgado concedió permiso para intervenir los teléfonos móviles de los hermanos Pintado. Las conversaciones no dejaban dudas. De ellas "se desprende la plena relación entre los Pintado, José Martínez Núñez, el hijo de éste José Luis Martínez Parra, así como entre los detectives y José Villanueva", dice el informe de la Guardia Civil.
El teléfono de Villanueva, presunto pirómano a sueldo de los detectives, también deparó sorpresas. Una de las personas con las que hablaba era precisamente con José Martínez Núñez, el empresario leonés amigo de Manuel Fraga.
Los agentes escribieron en su informe: "Del estudio y seguimiento de dichas intervenciones telefónicas se desprende que los hermanos Pintado realizan trabajos para José Martínez Núñez, siendo aquéllos de su plena confianza, y a los que puede estar encargando trabajos de dudosa legalidad para preservar sus intereses comerciales y económicos sin reparar en su licitud. Esto podría corroborar las sospechas que el informador apuntaba, en relación de que Martínez Núñez ordena y los hermanos Pintado ejecutan por medio de terceros dicha orden".
El informe de la Guardia Civil destaca que Castro nunca había tenido problemas hasta que se dedicó a producir hormigón y, "desoyendo advertencias de empleados de Martínez Núñez que le visitaron", intentó implantarse en El Bierzo a finales de 1995.
Allí tiene su feudo el empresario leonés, que vio amenazada su posición privilegiada en el sector. "Hay constancia de reuniones entre ambos industriales en las que Martíñez Núñez le manifestó repetidamente la intención de adquirir parte de sus negocios, a lo que se negó Castro", sigue el documento. Los agentes aseguran que Martínez Núñez sería la persona "que más se beneficiaría económica y comercialmente" si Castro abandonase sus negocios de hormigón en El Bierzo.
Entre 1996 y 1999 la empresa de Castro ha sufrido 10 sabotajes. Doce de sus camiones han sido incendiados y varias plantas destruidas. Los Pintado fueron detenidos el pasado mes de octubre y posteriormente puestos en libertad. Ahora la investigación continúa en varios juzgados.
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