El Vendrell alcanzará 36.000 habitantes en 2010 por el éxodo urbano

En el año 2010, El Vendrell tendrá 35.700 habitantes, el doble que hoy. Ésta es la previsión del Ayuntamiento de la localidad, que se ha visto obligado a realizar cálculos de futuro para reordenar el Plan General de la ciudad, forzado por el espectacular incremento demográfico de la población y la comarca en general debido al éxodo urbano, especialmente de Barcelona.

Pero los 35.700 habitantes previstos suponen tan sólo una previsión continuista. Si el crecimiento se acentúa, las previsiones se desbordarán: El Vendrell podría llegar a registrar una población de 40.800 personas en 2010, cuando en 1995 el censo era de 18.946 habitantes.Gran parte de quienes eligen esta zona son prejubilados o jubilados de las grandes empresas de Barcelona, que consideran más barato vivir en la que hasta ahora era su segunda residencia después de vender el piso de la gran ciudad, pero también matrimonios jóvenes con niños pequeños que buscan mayor calidad de vida, según apunta el presidente del Consejo Comarcal y alcalde de El Vendrell, Benet Jané (CiU).

"El tipo de nuevo vecino es muy heterogéneo, porque cada uno busca una cosa diferente; los hay que valoran la calidad de vida, el clima social, la huida de una presión urbana fuerte, pero también el menor coste de la vivienda o las buenas comunicaciones que permiten llegar a Barcelona en poco tiempo son algunos de los factores de este crecimiento", explica Jané.

El crecimiento del Baix Penedès, iniciado en El Garraf, que ha visto su población incrementada en 12.000 habitantes, ha supuesto un gran incentivo económico. La comarca sufrió de forma severa la crisis de 1993, con una caída de la actividad económica media por el producto interior bruto (PIB) del 4,7%. Ahora ha pasado a tener uno de los crecimientos más altos de la provincia de Tarragona, con el 4,15%, según los últimos datos. Este crecimiento se debe no sólo a la construcción de nuevas viviendas, sino también a las zonas industriales que se han constituido en el interior.

Tendencia del voto

Paralelamente, se ha producido un cambio de signo político en algunos municipios. Los políticos locales desconocían cuáles serían las tendencias de voto de los nuevos vecinos. Poblaciones como Calafell, Cunit y L'Arboç cambiaron su signo político en las pasadas elecciones municipales a favor de las candidaturas socialistas. De los 27.499 votos del Baix Penedès, el 41,5% fue para el PSC y el 41,3% para CiU. En El Vendrell, CiU obtuvo la victoria por tan sólo 200 votos de diferencia respecto a los socialistas. El responsable entonces del PSC en la comarca, Martí Carnicer, considera que estos datos no son únicamente atribuibles a los nuevos votantes, "sino también a propias dinámicas locales, porque el elector que cambia de localidad puede también cambiar de voto, mientras que en las ciudades más grandes el voto es más ideológico".

El crecimiento económico supone un esfuerzo adicional a los consistorios en materias como la escolarización. "Las previsiones de matrículas que tenemos en mayo no tienen nada que ver con las que nos llegan en septiembre, y se desbordan desde hace seis años", apunta Jané. Este crecimiento escolar se traduce en una mayor demanda de construcción de centros escolares o guarderías, en la dotación presupuestaria para el acondicionamiento urbanístico, o en materia sanitaria.

En 2001 se iniciará la construcción del hospital comarcal, una de las infraestructuras más reivindicadas de los últimos tiempos. La senadora y responsable comarcal, la socialista Helena Arribas, dice que hasta el momento "los hechos han ido por delante de la Generalitat" en política social. Bienestar Social está invirtiendo mucho en el cinturón industrial de Barcelona cuando, por ejemplo, los jóvenes se están marchando y vienen aquí".

Arribas apunta que son necesarias más plazas escolares en la comarca y alerta de la necesidad de articular políticas de diversificación de los sistemas productivos. "Los jóvenes que han venido y cursan sus estudios de Formación Profesional pronto demandarán empleos en la zona. Sus padres van y vienen a Barcelona a trabajar, pero ellos ya no lo harán". Arribas dice que si no se crean empleos, El Vendrell y el resto de poblaciones de la comarca podrían convertirse en "ciudades dormitorio". La senadora tacha la reforma del Plan General del Ayuntamiento de "demasiado economicista y falto de recursos para cuestiones sociales o de servicios públicos".