Un estudio registra por primera vez un caso de reinfección de sida

Médicos del Hospital de Ottawa (Canadá) han hallado por primera vez pruebas de que un hombre que ya estaba contagiado de sida, y que respondía bien al tratamiento, se contagió una segunda vez con una cepa distinta del virus, en esta ocasión resistente a los fármacos. El caso supone una llamada de atención definitiva para los pacientes: por más que uno sea seropositivo, es imprescindible seguir protegiéndose contra la infección.

La existencia de cepas del virus que resisten a los fármacos era ya conocida. La posibilidad teórica de que un paciente que hubiera logrado mantener el virus bajo control pudiera reinfectarse con otra cepa resistente estaba admitida. Pero ésta es la primera vez que los médicos han logrado documentar un caso.Jonathan Angel y su equipo del Hospital de Ottawa presentaron el miércoles, en la última sesión del congreso sobre retrovirus de San Francisco, el caso de un paciente que se contagió por primera vez en 1989. Bajo el control médico del propio Angel, empezó poco después a tratarse con el fármaco ribavirina y respondió bien al tratamiento. Sus niveles de virus se mantenían bajos, y su estado de salud era bastante bueno.

Pero en 1997 inició una relación con otro hombre que también era seropositivo y también estaba en tratamiento. Poco después, los médicos observaron que los niveles de virus del primer paciente, que se habían mantenido bajos durante casi ocho años, se dispararon. Los médicos empezaron a tratarle con los cócteles de fármacos más eficaces, pero el virus se reveló resistente a ellos y no bajó de nivel en la sangre.

El hecho podría haberse interpretado como una mutación del virus dentro del cuerpo del paciente que lo hubiera hecho resistente a los fármacos (una situación muy común), pero los médicos tenían a su disposición una valiosa información que les permitió descartar esa hipótesis: múltiples muestras de sangre tomadas durante años de los dos hombres, que habían sido tratados en el mismo hospital.

El análisis de esas muestras reveló que el segundo hombre había contagiado al primero con su cepa del virus, una variante claramente distinta de la que ya portaba el paciente desde 1987, y que resultó ser resistente al tratamiento. El paciente está ahora muy enfermo por culpa del segundo contagio.

Robert Schooley, un especialista del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado (EE UU), afirmó el miércoles: "Si esto se confirma, implicará una nueva dificultad para desarrollar una vacuna contra el sida". La gran velocidad de mutación de este virus ha impedido hasta ahora diseñar una vacuna eficaz, y el caso de Ottawa parece revelar de forma particularmente elocuente hasta qué punto el virus puede adoptar distintas formas y eludir los ataques de los fármacos y del sistema inmune del paciente.

También en el congreso de San Francisco, investigadores de las universidades de Nairobi (Kenia) y Manitoba (Canadá) presentaron un informe que ha dejado perplejos a los especialistas de todo el mundo. Los científicos están desde hace años muy interesados en averiguar por qué un pequeño porcentaje de prostitutas africanas parecen ser inmunes al sida pese a practicar a diario coitos sin protección con hombres infectados.

Pero ahora, un seguimiento de 1.900 prostitutas de Nairobi, iniciado en 1984, ha revelado que cuatro de ellas se mantuvieron libres de la infección durante años mientras ejercieron la prostitución, pero la contrajeron cuando abandonaron ese trabajo o se tomaron un descanso de dos meses o más. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de EE UU, avanzó una posible explicación para esta sorprendente observación: que para eludir la infección, el sistema inmune de estas mujeres necesite una exposición casi continua al virus. De ser así, señaló Fauci, una futura vacuna tendría que ser administrada de forma repetitiva.