Revisión periódica obligatoria

La certificación energética de los edificios seguirá un procedimiento sencillo. La calificación puede hacerla el mismo promotor pero luego deberá ser validada por el órgano acreditado en cada Comunidad Autónoma.Su implantación es, de momento, voluntaria en las viviendas de protección oficial. En un segunda fase será obligatoria para todo tipo de inmuebles, como lo es la inspección técnica de vehículos (ITV) con cierta periodicidad. No obstante, se establecerán plazos para que los promotores inmobiliarios o los usuarios de edificios antiguos asuman la adaptación.

Un comité técnico, constituido por representantes de los Ministerios de Fomento e Industria (Medio Ambiente ha declinado participar) y profesionales de la construcción vigilará su puesta en marcha. También intervendrá como órgano de consulta y de vehículo para que las autonomías armonicen su aplicación.

Cualquiera que dese obtener la calificación puede hacerlo desde ahora mismo ante el IDAE, a través del programa informático CEV (5.000 pesetas). Con esta aplicación no sólo obtiene la calificación de su vivienda. Si le sale baja, -un 6 por ejemplo-, el programa le ofrece la posibilidad de elevar la nota son sugerencias sobre qué mejoras puede introducir en la vivienda y su coste. En unos casos, merecerá la pena. En otros no le compensará. El coste de la certificación no deberá sobrepasar las 25.000 pesetas por vivienda y será exigible en las nuevas edificaciones y en la tramitación de licencias para reforma de las usadas.