Von Balthasar y la resistencia española

Los pecados por los que Juan Pablo II debía perdón los dictó el teólogo suizo Hans Urs von Balthasar: "Bautismos forzosos, tribunales de la Inquisición, autos de fe, noches de san Bartolomé, conquistas de continentes extranjeros a sangre y fuego para llevar, con motivo de una explotación brutal, el mensaje de la religión de la cruz y del amor, injerencias indeseables y totalmente necias en problemas derivados del avance de la ciencia, bandos y excomuniones dictados por la autoridad espiritual que actúa y quiere ser reconocida como política... Acciones penosas sin fin".Esta contundente diatriba de Von Balthasar data de 1965, en plena marea posconciliar, y el Papa, en sus 94 mea culpa, ha seguido el guión, entre otras ocasiones, cuando pidió disculpas por la persecución a Galileo, por los tormentos causados a los herejes o por evidentes colaboraciones de eclesiásticos con criminales dictaduras.

Frente a las tribulaciones que otros teólogos han padecido bajo este pontificado, merece la pena recordar que Von Balthasar iba a ser nombrado cardenal por Juan Pablo II en junio de 1988. Pero el teólogo murió dos días antes. El cardenal Joseph Ratzinger dijo de Von Balthasar, en el funeral, que era "el hombre más culto del mundo contemporáneo". Exageración o no, la verdad es que su pensamiento ha iluminado los perdones del Papa.

Pero no todos los cardenales comparten esa radicalidad penitencial de Von Balthasar ni algunos de los perdones pedidos por el Papa. Lo ha contado el cardenal Carlo María Martini y, en España, esa actitud resulta más que evidente. El pasado año, la Conferencia Episcopal que preside el cardenal Rouco decidió no pedir perdón para la Iglesia por los errores del pasado, ni siquiera por su implicación, de parte del bando de los generales golpistas, en la terrible guerra incivil de 1936.