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EEUU y la UE se culpan entre sí del abandono económico a Kosovo

Norteamericanos y europeos se critican por la falta de agilidad burocrática en la ejecución de la ayuda económica para la reconstrucción de Kosovo. La última muestra ha sido una partida de 35 millones de euros que el Parlamento Europeo todavía no ha autorizado para la Misión de Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK, en sus siglas en inglés), que dirige el francés Bernard Kouchner. Éste telefoneó ayer al comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten, para expresarle su disgusto.

La Administración del presidente Bill Clinton avisa de que los retrasos en el envío de dinero pueden comprometer seriamente la paz. En Bruselas, los europarlamentarios acusan a Washington de no haber pagado hasta ahora un solo dólar.Todo parece como un capítulo más en el largo desencuentro y recelos que caracterizan las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) y un ejemplo más de la terrible burocracia que existe en los despachos de Bruselas. "Todos los días me dejo la piel tratando de salvar los escollos que rodean la aprobación y ejecución de programas de asistencia", confesaba el comisario Patten a mediados de este mes ante el pleno del Parlamento Europeo.

Dos meses ha tardado la comisión europarlamentaria de Relaciones Exteriores en autorizar un monto de 35 millones de euros (unos 5.800 millones de pesetas) para las labores de la UNMIK. Falta aún el visto bueno del pleno del Parlamento, que lo dará la próxima semana gracias a que se ha decidido tramitar la petición con procedimiento de urgencia, y luego contar con la ratificación del Consejo de Ministros, que se producirá una semana después. La cantidad forma parte de un suplemento extraordinario para el presupuesto del año 2000 propuesto por la Comisión Europea a mediados de noviembre último.

El retraso ha sido deliberado, según confiesan algunos eurodiputados, en protesta por la lentitud que muestra Estados Unidos en el envío de ayuda a Kosovo. "Aún no han pagado un solo dólar", dice un parlamentario socialista español. Sin embargo, otras fuentes europarlamentarias afirman que obedece a la sobrecargada agenda que tienen los legisladores y a su incapacidad para priorizar objetivos. Oficialmente, la Comisión Europea resta importancia al asunto, cada vez más temerosa de la beligerancia que adquirió el Parlamento desde la crisis y caída del anterior Ejecutivo en marzo de 1999. Sin embargo, oficiosamente, otras fuentes creen que es un ejemplo más del infierno burocrático en el que viven ambas instituciones.

La UE se comprometió el pasado noviembre a participar con 360 millones de euros en un paquete de ayuda internacional para la reconstrucción económica de Kosovo este año.

Pocos días después de dejar su cargo como secretario general de la OTAN y de asumir la función de alto representante de política exterior y seguridad de la UE, Javier Solana realizó a finales de octubre un viaje a Kosovo para reafirmar la voluntad europea de cumplir con el compromiso.

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